Ziliotto: “Nos robaron un río, no cumplen los fallos y seguiremos reclamando”

En el Día de la Reafirmación de los Derechos Pampeanos sobre el Río Atuel, el gobernador de la provincia de La Pampa Sergio Ziliotto reiteró el reclamo provincial por al cumplimiento del fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que ordena la entrega de 3.2 metros cúbicos por segundo mínimos permanentes. Lo hizo […]

En el Día de la Reafirmación de los Derechos Pampeanos sobre el Río Atuel, el gobernador de la provincia de La Pampa Sergio Ziliotto reiteró el reclamo provincial por al cumplimiento del fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que ordena la entrega de 3.2 metros cúbicos por segundo mínimos permanentes. Lo hizo a través de su cuenta de twitter.

“La Corte Suprema de la Nación dispuso que Mendoza entregue un caudal mínimo ambiental de 3,2m3/s. Nos robaron un río. No cumplen los fallos de la justicia. Seguiremos reclamando, porque luchar por nuestros recursos hídricos es un mandato popular”, resaltó.

La Pampa sigue reclamando la entrega del caudal mínimo establecido por el máximo tribunal judicial: el 16 de julio de 2020 la Corte emitió una sentencia en la que ordenó fijar como meta interina un caudal mínimo permanente del río Atuel de 3,2 m3/s en el límite interprovincial entre La Pampa y Mendoza.

Se declaró el 21 de octubre como Día de la Reafirmación de los Derechos Pampeanos sobre la Cuenca Interprovincial del Río Atuel ante una solicitud formulada por la Asamblea por el Agua de Santa Isabel y Algarrobo del Águila.

La fecha tiene un fuerte contenido simbólico. Fue escogida luego de analizar una decena de hechos de gran valor histórico. Se optó por esta fecha por ser la correspondiente a la aprobación de la mensura de la Colonia Agrícola Butaló en el año 1909, por el presidente José Figueroa Alcorta.

Estaba localizada sobre el arroyo homónimo, antiguo brazo del delta del río Atuel. La Colonia Agrícola Butaló contaba con una superficie de 9.700 hectáreas destinadas al riego con aguas del río Atuel. Se ponía así en marcha el primer sueño de regadío y crecimiento en el noroeste pampeano, el que lamentablemente fracasó por la interrupción de las escorrentías del río en la provincia de Mendoza.