El primer eliminado de Gran Hermano 2022 explicó por qué se emocionó con la canción de Fabricio Chio Cagnin.
Este sábado en PH, Podemos Hablar, cuando Andy Kusnetzoff llamó al Punto de encuentro a aquellos que tenían guardada una fecha en el calendario que los hubiera marcado para siempre, Fabricio Chio Cagnin-el hijo de Gilda- recordó sin dudar al 7 de septiembre de 1996: “Presencié un accidente tremendo, donde se me fueron mi mamá, mi hermana y mi abuela”, relató en referencia a la tragedia que enlutó al país.
Durante su largo relato, Chio viajó mentalmente al recuerdo “todavía vivo”, de un viaje como tantos del que recuerda cada detalle hasta que se produjo el choque. “Ese nene quedó ahí y salió otro que tuvo que adaptarse a otra realidad”, explicó el cantante, que por entonces tenía 8 años y se fue a vivir con su papá y con su abuelo.
“Yo negué a Gilda por muchos años. Me traía mucho dolor”, señaló el cantante que evitaba mencionar el nombre de su madre. “Y no me podía escapar, porque quizás estaba en un club festejando fin de año y de repente aparecía Gilda. De repente me traía mi realidad”, explicó con crudeza, sobre esa misión imposible de olvidarse de una de las cantantes más populares del país.
La sanación llegó como tantas veces de la mano de la música. Con el sostén fundamental de la familia que formó con Brenda, la mamá de sus hijas Delfina y Lucía. Y con poder poner en palabras y melodías aquello que tenía adentro. Así surgieron las canciones de su primer trabajo, Estamos Vivos , entre la que se sobresale “Crují”, la que le llevó años escribir y que refiere a la fecha en la que cambió su vida.
Al finalizar su relato, el conductor le alcanzó una guitarra para que pudiera interpretar la canción, ante el auditorio que lo seguía con ojos llorosos.
“Valió la espera en la tormenta. Valió el palazo en la cabeza. Valió mirar adelante. Valió bancar tanta mierda. Entre dormido caí al vacío. Sentí el rocío entre mi piel. Dolor y frío, la oscuridad. Juntó a los gritos, los silencios. Yo me embarré, te vi partir. Crují por dentro y no volví. Crují, por dentro y no volví”, entonó el músico y los invitados masticaban la letra y se emocionaban hasta las lágrimas.
Tomás Holder se quebró al escuchar la canción que el hijo de Gilda le dedicó a su mamá
Particularmente uno de ellos, Tomás Holder, que no pudo contener la emoción y se quebró casi desde el inicio. “Quería felicitarte por tu familia. Estoy muy feliz por vos”, expresó conmovido. Andy Kusnetzoff no dejó pasar la oportunidad para indagar en esa tristeza y mencionó al pasar un episodio relacionado a la mamá de Tomás.
“En 2020 mi mamá tiene un problema en el corazón”, arrancó su historia el influcencer rosarino. “Como él -dijo señalando a Chio-, familia chica, mamá, dos hermanos más chiquitos. En ese momento yo tenía 19 años, solamente estudiaba. Mamá era sostén de la casa en lo económico. Un día me llaman, que mi mamá estaba internada y que le estaba fallando el corazón”. Con la voz entrecortada, Holder recordó que en ese momento se quebró. “¿Cómo le está fallando el corazón a mi mamá sí mi mamá es una mujer que entrena, que es joven?”, preguntó.
Recordó que de inmediato dejó todo y se fue corriendo al hospital. Allí, se enteró que su vida corría riesgo y que la iban a operar. “En ese momento se me paralizó el mundo porque mi mamá es mi sostén, es todo. Mi cable a tierra. También pensaba en mis hermanitos, que son chiquitos. Alma tiene diez y Emilio tiene nueve″, repasó. Tras contar que la intervención salió bien y que fue “un alivio enorme”, Holder explicó que después vino la cuarentena y que como consecuencia del duro momento tuvo que salir a trabajar. Así, decidió ser personal trainer, hizo el curso, consiguió cien clientes y gracias a eso pudieron vivir todo el año. “Con 19 años, pude ayudar a mamá y a mis hermanitos”, concluyó.