“Más vale prevenir que curar” reza el dicho popular en referencia a la adopción de medidas que eviten un daño o peligro y es justamente en este sentido que el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) trabaja junto a otras instituciones públicas y privadas congregadas en la Mesa de Zoonosis de La Pampa buscando generar conciencia sobre el Síndrome Urémico Hmolítico (SUH), que afecta, principalmente a niños, ancianos y personas con el sistema inmunológico deprimido.
En la Argentina, el SUH constituye la principal causa pediátrica de insuficiencia renal aguda y la segunda de insuficiencia renal crónica. Según información del Ministerio de Salud de la Nación, esta enfermedad es responsable del 9% de los trasplantes de riñón en niños y adolescentes.
Se trata de una enfermedad endémica y grave que se transmite por alimentos contaminados por una cepa de la bacteria Escherichia Coli, productora de una toxina que suele estar presente en la materia fecal de animales y personas.
En nuestro país la distribución de los casos no se registra en forma homogénea. Existen algunas zonas donde, debido a las altas tasas de casos ocurridos, resulta necesario reforzar las medidas de comunicación y difusión de las medidas de prevención.
Manifestaciones de la enfermedad
El SUH puede presentarse a través de los siguientes síntomas en las personas: fiebre, vómitos y diarrea, sangre en las heces, irritabilidad, debilidad y somnolencia, falta de producción de orina, palidez, hematomas, hemorragias subcutáneas en forma de pequeños puntos rojos (petequias) y coloración amarillenta de la piel (ictericia).
Ante la presencia de alguno de estos síntomas en menores de 5 años – pueden estar acompañados de fiebre – se recomienda llevarlos inmediatamente a la consulta médica.
Una vez diagnosticado el SUH, un especialista propiciará lo que se denomina “tratamiento de soporte” a fin de contrarrestar los síntomas, en función de la edad, del nivel de gravedad y de la tolerancia a los medicamentos de cada paciente.
Medidas de prevención
Sin bien los controles permanentes en la faena y elaboración de agroalimentos que realiza el Senasa en establecimientos de su competencia minimiza los riesgos de transmisión de la bacteria; es fundamental que los consumidores adopten adicionalmente una serie de cuidados al comprar, trasladar, almacenar, cocinar y consumir alimentos, tales como:
Cocinar bien la carne hasta que pierda el color rosado.
Consumir agua potable o segura.
Lavar bien frutas y verduras.
Evitar la contaminación cruzada de los alimentos.
Consumir lácteos pasteurizados.
Lavar siempre tus manos con agua y jabón.
Mantener la cadena de frío de los alimentos.