La tercera semana del juicio oral por el homicidio de Lucio Abel Dupuy concluyó con cuatro testimonios, entre ellos los de los tíos que tuvieron la tutela del niño. Aún restan otras cuatro semanas de debate antes de escuchar los alegatos finales.
El crimen del pequeño de cinco años se produjo el 26 de noviembre del 2021 en la vivienda que compartían las dos acusadas, su madre, Magdalena Espósito Valenti, y su pareja, Abigail Páez.
La primera persona en declarar, frente a la jueza Alejandra Ongaro y a los jueces Andrés Olié y Daniel Sáez Zamora, fue una maestra de Lucio, quien contó cómo lo vio, qué le dijo y cómo se comportó con sus compañeritos el día previo a su muerte. También respondió preguntas acerca de quién lo llevaba al jardín de infantes y si alguna vez lo vio con heridas o lesiones.
Antes que ingresaran los otros tres testigos, las imputadas se retiraron de la audiencia y siguieron su desarrollo a través de parlantes colocados en dos pequeñas salas contiguas. El apartamiento fue requerido por la fiscala Verónica Ferrero, y los defensores oficiales de las imputadas, Silvina Blanco Gómez y Pablo De Biasi, no pusieron objeciones.
Una vez que Espósito Valenti y Páez no estaban en el recinto, ingresaron Christian Dupuy, padre de Lucio, y su pareja actual. Ella lo hizo como testigo; él como acompañante. El progenitor participa del proceso penal como querellante particular y está representado en el debate por el abogado particular José Mario Aguerrido.
Hasta ahora Christian Dupuy solamente había concurrido el primer día del proceso porque fue el primer testigo. Luego no volvió, aunque por su condición de querellante está autorizado a presenciar el juicio. Mientras declaraba su pareja estuvo acompañado por Ignacio Dalgalarrondo, coordinador general de la Oficina de Atención a la Víctima del Delito y a los Testigos.
La mujer fue interrogada por la fiscalía, la querella, las defensas y la Asesoría de Niñas, Niños y Adolescentes, en ese orden y durante una hora. Fueron muchas preguntas y variadas. ¿Lucio tenía contacto asiduo con su padre?, ¿los tíos de Lucio fueron amenazados por Magdalena?, ¿cuándo fue la última vez que vio a Lucio?, ¿en qué circunstancias?, ¿hablaba con Lucio, qué le decía él?, ¿cuándo y cómo se enteró de lo sucedido?, ¿Christian, en algún momento, inició algún trámite en la justicia por la tenencia?, ¿cómo le enviaba dinero a Magdalena?
Tutela.
A continuación fue el turno de los tíos que viven en General Pico y que durante un tiempo cuidaron de Lucio y obtuvieron su tutela. Se trató de dos interrogatorios extensos, que incluyeron un cuarto intermedio. En ese momento a Dalgalarrondo se le sumó Andrea María López, también de la OAVDyT, para darles contención a los declarantes.
En líneas generales, las preguntas de la fiscalía hacia los tíos –a cargo de la fiscala María Mónica Rivero– apuntaron a saber cómo fue la relación de ellos con el niño y su mamá desde agosto de 2018 hasta el inicio de la pandemia, cuando Espósito Valenti se llevó definitivamente a su hijo a Santa Rosa.
Les preguntaron qué hablaron y cómo fue el momento en que la acusada aceptó entregarles a Lucio, qué tramites legales realizaron para obtener la tutela, si la mamá lo visitaba, si el niño preguntaba por su madre, qué hicieron cuando Espósito Valenti les solicitó que Lucio volviera con ella, si sufrieron amenazas y/o denuncias, cuál era el régimen de visitas convenido en una mediación, porqué Espósito Valenti no quería que Lucio hablara o viera a ellos, etc.
Por su parte, las defensas interpelaron a ambos testigos sobre el rol que tuvo el padre de Lucio en todo el proceso de entrega del niño, si era un papá presente, porqué renunciaron a la tutela y si la psicóloga de parte de la querella mantuvo entrevistas con la familia Dupuy y/o con ella, entre otras cuestiones.
A la audiencia de hoy, además de Ferrero, Rivero, Blanco Gómez, De Biasi y Aguerrido, concurrieron el fiscal Marcos Sacco y la asesora de niñas, niños y adolescentes, Graciela Massara.
Espósito Valenti y Páez están acusadas –por el Ministerio Público Fiscal– de abuso sexual gravemente ultrajante por su duración y formas concretas de realización y con acceso carnal vía anal y oral; agravado por ser cometido por dos personas y por existir convivencia entre ellas y la víctima menor de 18 años; todo como delito continuado; en concurso real con homicidio calificado por ensañamiento y alevosía.
A la primera se le agregó la agravante de la ascendencia (progenitora) para el abuso y el homicidio, y a la segunda el de ser la guardadora al momento de los hechos para el abuso. Además la querella sostuvo, en el inicio del debate, que tratará de probar que existió una agravante más, el de homicidio por odio de género.
La novena jornada del juicio oral se realizará el próximo martes a partir de las 8.