Aparecieron indicios que cambiaron la investigación luego de seis meses. Un ADN en una prenda de vestir fue el puntapié, pero hay otras pruebas. Los detalles “finos” se conocerán en la formulación de cargos. Se hará entre hoy y mañana.
¿Por qué la fiscalía demoró seis meses en detener a Pablo Parra por el femicidio de Agustina Fernández en Cipolletti? Es la pregunta que retumba en toda la región tras el giro que tomó la causa en las últimas horas. El diario Río Negro adelantó que esta madrugada el fiscal Martín Pezzetta encabezó el allanamiento en el barrio San Pablo que culminó con la detención del petrolero, última persona que vio con vida a la joven estudiante de medicina.
En la formulación de cargos que se realizará en las próximas horas se tendrán los detalles más finos de las razones, pero hay algunos indicios. Además del ADN que se tomó de una prenda de vestir que estaba en el alambrado que da al patio de la vivienda donde ocurrió el ataque, los investigadores también lograron detectar que el auto de Parra circuló por esa zona entre las 19 y 20 horas, horario en el que se produjo el ataque.
Para llegar a este dato se necesitaron muchísimos peritajes, porque a la falta de luz natural se sumó la dificultad para el acceso a las cámaras de seguridad. Si bien pasaron seis meses para que el Ministerio Público Fiscal avance sobre la acusación de Parra, hace bastante tiempo que se lo estaba investigando y la demora se debe a que los investigadores necesitaban tener más pruebas y herramientas al momento de formalizar la acusación.
En las últimas horas, como lo comunicó el área de prensa del Ministerio Público Fiscal, se conoció el resultado de varios peritajes que abonaron la teoría del fiscal. Todavía no hay novedades sobre la formulación de cargos. Tiene hasta 24 horas para mantenerlo detenido, es decir que tiene plazo hasta mañana para la formulación.
El allanamiento se realizó esta mañana en un edificio del barrio San Pablo, sobre la calle Irigoyen. El petrolero quedó detenido a disposición de la justicia y se sabe que se pedirá la prisión preventiva. En principio el defensor público Sebastián Nolivo está de turno y tomó la defensa, pero el joven tiene derecho a designar un abogado.
La principal razón por la cual no se profundizó en Parra en los primeros meses fue por la teoría del robo que primó en la investigación y porque todos los peritajes lo alejaban como el principal sospechoso.
Se pudo comprobar su coartada y el resultado de ADN que se cotejó con los rastros que se obtuvieron del cuerpo de la joven dieron negativo. Además, el petrolero no mostraba ningún signo de marcas con un ataque.
Fue un tiempo después cuando se confirmó que el retazo de una prenda de vestir que colgaba en el alambrado que da al patio de la vivienda tenía ADN de Parra. Sumado a eso se confirmó un indicio que tenían los investigadores: que el auto de Parra estuvo en la zona del complejo entre las horas donde se produjo el ataque.
Se fortaleció la teoría de que no fue un robo porque la puerta no estaba forzada y la presunción que siempre se tuvo que la joven conocía a su atacante. Todos estos detalles se conocerán en la formulación de cargos.