El Gobierno argentino se apresta a abonar esta semana los vencimientos con el FMI por 2.681 millones de dólares, mientras espera la aprobación formal en el directorio del Fondo de la revisión que ya tuvo el visto bueno del staff técnico, y que le permitirá al país recibir unos 5.300 millones de la moneda estadounidense.
Esta semana, el equipo del FMI liderado por la directora gerente, Kristalina Georgieva, expresó que “las autoridades argentinas y el personal técnico del FMI llegaron a un acuerdo a nivel de personal técnico sobre un marco macroeconómico actualizado y las políticas asociadas necesarias para completar la cuarta revisión bajo el acuerdo de Argentina”, indicó el organismo en un comunicado. Este acuerdo está sujeto a la aprobación del directorio ejecutivo del FMI, “que se espera se reúna en las próximas semanas”, precisaron.
Desembolso
De esta forma, la finalización de la revisión le dará a la Argentina acceso a alrededor de U$S 5.300 millones (DEG 4.000 millones)”, según los números que aportó el Fondo. Si bien el grueso del desembolso irá a cubrir el pago del vencimiento en cuestión, restan alrededor de 2.500 millones de dólares que pasarán a incrementar las reservas.
El nuevo acuerdo alcanzado entre la Argentina y el FMI requirió de una recalibración en las metas iniciales en concepto de reservas. Una de las principales razones al respecto, es la fuerte sequía que azota al país, y que dejará a la economía local con poco o sin posibilidad de generar dólares, a través del comercio exterior de los commodities, el principal rubro generador de dólares el país.
El contexto internacional de altas tasas de interés, y de turbulencia en los mercados financieros, tampoco ayuda a calmar las aguas, en un año electoral.
“En un contexto económico más desafiante, particularmente la sequía cada vez más severa, se necesitan acciones de política más sólidas para salvaguardar la estabilidad, abordar el aumento de la inflación y los reveses de políticas, así como mantener el ancla del programa. En este contexto, se solicitan revisiones de los objetivos de reservas para 2023”, adelantó el Fondo.
Nuevas metas
Si bien aún no se conocen las nuevas meta de reservas, que serán públicas una vez que se publique el staff report, luego de la aprobación del programa en el directorio. no obstante, ó que la Argentina habría logrado reducir la meta anual de reservas del programa en 2.000 millones de dólares, y la trimestral más próxima en 3.500 millones aproximadamente, en función de que lo peor de la sequía impactaría fuerte en los números del primer y segundo trimestre.
En tanto, fuentes del equipo económico aseguraban el cumplimiento de la meta de déficit fiscal, no obstante pidieron esperar “20 días hasta que termine la temporada” para dimensionar el real efecto de la sequía sobre recaudación y acumulación de reservas.
Sobre este punto, reconocieron que el FMI habilitó la posibilidad de implementar un nuevo Programa de Incremento Exportador, el famoso “dólar soja”, en caso de que “sea necesario para fortalecer reservas”, aunque se asumió un compromiso de no usar reservas para intervenir en las cotizaciones paralelas del dólar.
Asimismo, “se suspende la recompensa de deuda vía reservas”, dijeron las fuentes que, de todos modos, dejaron abierta la posibilidad de intervenir en esos mercados por medio de otras alternativas, como un REPO, que permitiría al Gobierno acceder a dólares respaldados con títulos de deuda que no estén computados como reservas del Banco Central, entre las iniciativas en danza para afrontar la sequía.
“Razonables”
Por el lado de los analistas, el ex director del Hemisferio Occidental del FMI, Claudio Loser, calificó en diálogo con Télam como “muy razonables los cambios debido a la sequía”.
Loser agregó que el FMI ha acomodado cambios menores, “pero le pide al Gobierno mantener la disciplina fiscal, y mejorar el sistema cambiario”.
En tanto, en su ultimo informe, la consultora PxQ, que dirige el economista Emmanuel Agis, estimó que la renegociación de las metas solo garantiza que Argentina continúe “on board” en el acuerdo con el Fondo, pero no soluciona los problemas que enfrentará la macro en 2023.
Agis, agregó que “en un escenario de sequía como se está previendo, y sin nuevas fuentes de ingreso de divisas, la variable de ajuste serán las importaciones y esto afectará a la actividad económica”, advirtió el texto.
El economista opinó que los cambios en el programa con el FMI deberían ser más profundos: “La crisis no está encapsulada en el campo, va a tener efectos de derrame hacia otros sectores. No podemos seguir con el acuerdo como si no hubiese pasado nada. El Fondo nos debería hacer un desembolso de emergencia”, concluyó el economista en declaraciones radiales.
Fuente: “Telam”