En un partido insólito, que tuvo de todo, polémicas, tres penales y errores que quedarán en el recuerdo, el Rojo igualó 2 a 2 con Colón en Avellaneda, en la continuidad de la octava fecha de la Liga Profesional de Fútbol. Los hinchas despidieron al equipo con silbidos y Stillitano dejó de ser el DT. Un fanático, incluso, se metió en el campo de juego.
A Independiente se lo empataron cuando apenas faltaban segundos para el final. De hecho, a esa altura ya se habían jugado 11 minutos de descuento. Fue un partido de película. Un encuentro que quedará en la historia por un error sin sentido de Paolo Goltz, que el árbitro Nicolás Lamolina -de manera correcta- dio penal.
Colón empezó arriba en el marcador con un gol de Santiago Pierotti a los nueve minutos del primer tiempo. Pero el Rojo llegó al empate 1 a 1 a través de un tanto de penal de Martín Cauteruccio a los 23. Lo que vino luego, en el segundo tiempo, es complejo de explicar.
Independiente y Colón empataban 1 a 1, hasta que ocurrió una jugada increíble cuando el reloj se acercaba a los 30 del complemento. Ocurre que el arquero del Sabalero, Ignacio Chicco, sacó desde el fondo y Paolo Goltz tomó la pelota con sus manos dentro del área, como para volver a acomodarla. El tema es que el balón ya estaba en juego.
Entonces, tras analizar la jugada durante minutos, el árbitro Lamolina (y apoyado en sus colaboradores) decidió cobrar penal para el Rojo, que Matías Giménez cambió por gol.
Parecía que el Rojo se iba a quedar con el triunfo. Pero no. En la última, con 11 minutos de descuento en ese momento, hubo penal para Colón, que Wanchope Ábila, tras un rebote de Rey, definió para poner el 2 a 2 definitivo.