Se cancelarán algunos trenes y también se esperan huelgas entre los trabajadores de las refinerías, basureros y profesores.
Los sindicatos franceses convocaron a los trabajadores a abandonar sus puestos de trabajo y unirse a las concentraciones de protesta el jueves, en la duodécima jornada nacional de protestas contra un proyecto de ley que prolongará la vida laboral de los ciudadanos.
Se cancelarán algunos trenes y también se esperan huelgas entre los trabajadores de las refinerías, los basureros y los profesores, en un momento en que los sondeos de opinión muestran que una amplia mayoría de votantes sigue oponiéndose a retrasar dos años la edad de jubilación, hasta los 64 años.
Pero la acción sindical perdió fuerza y las últimas concentraciones reunieron a menos gente que las multitudes récord de principios de año, que sacaron a millones de manifestantes a las calles.
Esta nueva oleada de protestas tiene lugar un día antes del esperado veredicto del Consejo Constitucional sobre la legalidad del proyecto de ley.
Si el Consejo da luz verde, incluso con algunas salvedades, el Gobierno podrá promulgar oficialmente la ley, y espera que esto ponga fin a las protestas que, en ocasiones, se volvieron violentas y aglutinaron una ira generalizada contra Emmanuel Macron.
El presidente francés dijo en una rueda de prensa el miércoles que organizaría una reunión con los sindicatos tras la decisión del Consejo, para empezar a trabajar en otras propuestas.
“El país debe seguir adelante, trabajar y afrontar los retos que nos esperan”, dijo durante una visita de Estado a los Países Bajos.
En cualquier caso, el nivel de oposición a los cambios políticos podría tener repercusiones a más largo plazo: una de las preguntas es si la desilusión generalizada con la política podría impulsar a la extrema derecha.
“No soy muy optimista sobre la decisión del Consejo Constitucional”, declaró a BFM TV la líder de la extrema derecha Marine Le Pen, contraria al proyecto de ley de pensiones. “Pero, ¿Qué quieren que haga? ¿Quemar coches? Simplemente se lo diremos a los franceses: Votad a la Agrupación Nacional”.
Macron y su Gobierno argumentan que la ley es esencial para garantizar que el generoso sistema de pensiones francés no quiebre.
Los sindicatos dicen que esto se puede hacer por otros medios, incluyendo gravar más a los ricos o hacer cambios más profundos en el sistema de pensiones.
La refinería de Gonfreville, en el norte de Francia, gestionada por Total Energies, comenzó a funcionar de nuevo el martes, según informó la empresa, siendo la última de sus cuatro refinerías nacionales en reiniciarse tras un mes de huelga.
Sin embargo, el sindicato CGT convocó un paro en todas las refinerías el jueves como parte de la huelga nacional.
(Con información de Reuters)