Combinar placer, montañas y negocio es la apuesta de Altos de Tinogasta, un modelo de inversión que propone un modelo productivo en la provincia al pie de Los Andes. Cómo hacer para convertirse en productor de vinos y aceite de oliva de calidad Premium
La localidad de Tinogasta, ubicada al pie de la de la precordillera de Los Andes, en Catamarca, no escapa a lo que es toda la provincia: paisajes únicos y riquezas inmensurables. En la zona de Seismiles, la segunda cadena de montañas más altas del mundo, se ubica Altos de Tinogasta, un concepto de real estate innovador premiado internacionalmente.
La compañía desarrolló un sistema de negocios que integra al inversor en su propio emprendimiento y permite alcanzar el sueño de convertirse en bodeguero o productor de aceite de oliva. Con montos accesibles se puede acceder a tierras productivas.
“El propietario, además de recibir una renta anual, puede convertirse en dueño de su propio vino o de su aceite de oliva. Con una inversión desde 14.600 dólares se puede acceder a parcelas de 2.500 m2 de olivares y viñedos”, señala Diego Torrea, director comercial de la compañía. Altos de Tinogasta también ofrece una amplia financiación.
El desarrollo inmobiliario se encuentra actualmente en la etapa cuatro y cuenta con plantaciones destinadas a la producción súper intensiva de olivares. En tanto, las primeras tres ya fueron comercializadas y se encuentran productivas.
El agua de riego se extrae de una laguna a 150 m bajo tierra, reforzando la propuesta sustentable de la compañía (Altos de Tinogasta)
La empresa informa que los pagos se pueden realizar en pesos (al tipo de cambio oficial), ya sea al contado o financiado hasta en 24 cuotas, luego de un anticipo del 40% a la firma del boleto de compra. “Los inversores que decidan comprar en esta etapa no deberán asumir costos operativos hasta mayo de 2026 inclusive, y reciben una renta asegurada por contrato del 5% neto en dólares a los 12 y a los 24 meses de realizada la inversión”, detalla Torrea.
“Los precios de las parcelas a un tipo de cambio oficial hace que medianos y pequeños inversores puedan acceder y formar parte, escriturando la tierra a su nombre. Invertir en commodities como el aceite de oliva es una excelente inversión ya que funciona como resguardo de valor con rentas anuales, pudiendo disfruta de la inversión”, señala el director comercial de la compañía.
El Grupo Altos de Tinogasta produce vinos y aceite de oliva (Altos de Tinogasta)
De estas tierras se obtiene la materia prima para la producción de las líneas comerciales de vinos y de aceites de olivas que se distribuyen en el mercado local. También en el mercado internacional los productos tuvieron muy buena aceptación y críticas, como su vino emblema La Gesta, destacado como uno de los mejores lanzamientos del año.
Altos de Tinogasta también fue premiado internacionalmente por su modelo de negocios. La compañía posee 400 hectáreas de tierras productivas entre olivares y viñedos. Su bodega de 300.000 litros de capacidad le permite elaborar vinos de alta gama con tecnología de vanguardia.
Altos de Tinogasta produce aceite de oliva virgen extra premium que se comercializa con el nombre de la compañía (Altos de Tinogasta)
Por su parte, la fábrica de aceite de oliva es de última generación GEA, con una capacidad de molienda de 80 toneladas por día y almacenamiento de 440.000 litros. Al sistema de riego por goteo que extrae el agua de una laguna subterránea se suma un parque solar de 1MW de generación propia de energía renovable. Esta bodega con principios sustentables, además, fertiliza con materia orgánica el 60% de sus cultivos.
Para que el modelo de negocios sea realmente completo, Altos de Tinogasta también ofrece opciones para hacer turismo y experiencias de disfrute y bienestar. Su Centro de Visitas dentro de la finca Encuentro en los Seismiles está destinado a inversores y público en general, quienes pueden visitar la bodega y la fábrica de aceite, además de degustar los productos que allí se producen.
La compañía está desarrollando planes para la construcción de un hotel al pie de la cordillera y así extender la invitación a inversores para un negocio productivo, más allá de las atracciones turísticas que ya hacen parte de la belleza natural de Catamarca.