La conductora mostró cómo está actualmente, a más de un año de la dura caída que sufrió durante unas vacaciones en una pista de esquí en Aspen
En febrero de 2022 y en una pista de esquí de Aspen, Colorado, Verónica Lozanosufrió una fuerte caída desde una aerosilla y quedó accidentada gravemente. Luego de estar por más de un minuto colgada, Lozano no soportó más su peso y cayó desde 7 metros de altura. Las personas que estaban a su alrededor se aproximaron de inmediato a ella para asistirla lo más rápido posible y una de ellas fue su amiga Analía Franchín, quien la acompañaba en el viaje y quien hizo hasta lo imposible para evitar que la conductora se accidente.
Es por eso que recientemente, y a partir de un ida y vuelta con sus seguidores de Instagram, la conductora de Cortá Por Lozano (Telefe) reveló el estado actual de sus pies, ya que por la caída debió operarse de los talones tras haberse fracturado.
A través de una caja de preguntas que abrió para sus millones de seguidores, una seguidora le preguntó cómo venía de su recuperación. “¿De tu piecito quedaste 100%?”, le consultaron. “Casi, casi. Hay días que me duele mucho por la mañana”, respondió Verónica. “Día a día me siento mejor”, reafirmó. A su respuesta, le agregó una foto en la que se puede ver una radiografía en donde quedan de relieve los clavos que debieron aplicarle para unir los huesos de sus talones.
Verónica Lozano mostró una radiografía de sus pies tras haber sido operada (Instagram)
A propósito de esta recuperación que viene transitando en los últimos quince meses, Verónica celebró con sus seguidores porque ya puede usar zapatos con tacos. En una reciente entrevista habló por primera vez de los momentos más oscuros de su recuperación.
“En las recuperaciones, cada progreso, cada pasito se celebra. Algo que en otro momento puede ser frívolo, se transforma y lo ves de otro modo”, le contó Lozano a Catalina Dlugi, en el programa radial Agarrate Catalina. “Claro que también hubo cosas oscuras que no mostré. No pensé tanto en: ‘¿Por qué a mí?’, pero sí me enojé. Tenía muchas ganas de volver a casa, claramente, porque para la recuperación era fundamental encontrarme con mis cosas, con mi casa, con mis perros… Pero cuando volví, hubo un momento en el que pensaba: ‘¡Qué mierda esto! ¡Falta un montón!’. Vi el agujero negro y ahí se volvió muy palpable la importancia de la actitud y de la decisión que idealmente uno tiene que tomar”, agregó en su relato.
“Mi mamá era bailarina de danza clásica. Formaba parte del Ballet Nacional de Bahía Blanca. Me tuvo a los 20 años, así que tenía 27 años cuando se enfermó. Ella tenía una artritis muy fuerte. Empezó a deformarse y tuvo operaciones de cadera, de rodilla. Cada uno hace lo que puede. Ella encaró la enfermedad de un lugar en el que a veces se automedicaba”, recordó la conductora.
“La verdad es que me dio susto verme como mi mamá: enferma, discapacitada… Y pensé en mi hija. Pasa mucho cuando convivís con un ser querido que está enfermo, que tenés momentos de amor y odio. Muchas veces querés ayudar y la persona que está enferma se pone violenta o agresivo, porque lo transita como puede. Y lo que yo menos quería era que a ella le pasara eso”, concluyó Lozano.