El presidente Alberto Fernández anunció ayer la extensión de la cuarentena hasta el 26 de abril, en los mismos términos para grandes centros urbanos y con excepciones en ciudades que no presenten casos de coronavirus. Esta flexibilización responde a la necesidad de dar respuestas a las sugerencias de gobernadores, aunque la decisión final, aclaró Fernández, la tendrá el Gobierno Nacional.
“El 27 volvemos a discutir. Nadie sabe cuándo va terminar este martirio”, dijo el Presidente. “Vamos a entrar en una segunda etapa de cuarentena administrada”, dijo y anticipó que se permitirán algunas actividades como las de los talleres de auto o las gomerías. También funcionaran los bancos y destacó que se analiza permitir la salida de personas con discapacidad o del espectro autista que sufren complicaciones por el encierro.
“Les pido que se queden en sus casas y no relajemos”, enfatizó Fernández y remarcó: “Tenemos que darnos cuenta de la dimensión del problema. Estamos enfrentando una pandemia de alcance inusitado”, dijo el Presidente. Y reiteró la importancia de obedecer las medidas preventivas de la cuarentena para evitar la propagación del virus
Cuarentena administrada en provincias
Para acceder a la posibilidad de una “cuarentena administrada”, tal cual la definió Alberto Fernández, los mandatarios provinciales deberán presentar un protocolo ante la Nación, con un detalle de la zona, las actividades que piensan reactivar y la forma en que será implementado el aislamiento flexible.
Luego de ello, el Ejecutivo estudiará las propuestas junto al Gabinete y a expertos, antes de dar el consentimiento. “Cada gobernador dirá cuál es el pueblo que hay que declarar cuarentena comunitaria, qué tipo de actividades cree que pueden llevarse a cabo y nosotros analizaremos con el ministro de Salud la viabilidad, y también se consultará a los epidemiólogos”, explicó el mandatario en conferencia de prensa en la Quinta de Olivos.