Los inversores no deben descartar las proteínas alternativas, sino que deben seguir vigilando atentamente el sector este año y ser selectivos con las oportunidades de inversión.
Las actuales condiciones económicas siguen desconcertando a académicos e inversores por igual. ¿Se avecina una recesión? Tal vez. ¿Están estables los bancos mundiales y regionales tras una serie de colapsos que comenzaron en marzo? Probablemente, pero la naturaleza de las corridas bancarias lo hace difícil de predecir.
En tiempos de incertidumbre, los inversores suelen dejarse seducir por las perspectivas a corto plazo de las grandes ideas. Dicho esto, en el corazón de toda inversión descansa la creencia de que el statu quo existente desde hace tiempo es de algún modo inaceptable. Una de las grandes ideas actuales en alimentación -las proteínas alternativas- ofrece una solución a la falta de sostenibilidad subyacente en el actual sistema alimentario mundial. Pero la caída de las ventas y las recientes derrotas asustaron a los inversores.
Nuestro equipo adopta una postura contraria: Los inversores no deben descartar las proteínas alternativas, sino que deben seguir vigilando atentamente el sector este año y ser selectivos con las oportunidades de inversión a medida que nos acercamos a la cúspide de una adopción más amplia.
¿Por qué proteínas alternativas?
Las proteínas alternativas ofrecen una oportunidad de crecimiento sostenible a largo plazo. A medida que la población mundial sigue creciendo, también lo hace la demanda de proteínas, como se indica en un informe de 2017 de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
Las proteínas alternativas -incluidas las de origen vegetal, las cultivadas y las fermentadas- ofrecen una vía para satisfacer esta demanda sin prácticas agrícolas convencionales intensivas en recursos y a menudo destructivas. Según el Good Food Institute, la producción de proteínas alternativas utiliza entre un 47% y un 99% menos de tierra, entre un 72% y un 99% menos de agua y emite entre un 30% y un 90% menos de gases de efecto invernadero, basándose en estudios de varios productos, y no requiere antibióticos en comparación con la agricultura convencional.
Aun así, la industria se encuentra en un momento de convulsión. Las proteínas alternativas disfrutaron de un auge de ventas en 2020, lo que hizo pensar a muchos que el punto de inflexión para una adopción más amplia estaba al alcance de la mano. Sin embargo, poco después, muchas empresas de alternativas a la carne de origen vegetal sufrieron un descenso de las ventas que duró 22 meses.
A pesar de ello, la demanda constante de proteínas más eficientes permitió financiar enormes cantidades de empresas como Meati, Ynsect y Perfect Day. Upside Foods y Eat Just’s Good Meat obtuvieron este mes la aprobación del USDA, su último obstáculo para vender carne cultivada en Estados Unidos. Anteriormente, Singapur era el único país que permitía la venta de carne cultivada, y una propuesta de prohibición en Italia podría provocar reacciones reguladoras en todo el mundo.
Tres claves para impulsar una mayor adopción
Para que la adopción de proteínas alternativas se acelere, hay que abordar tres factores clave: sabor, precio e ingredientes de etiquetado más limpio.
La tecnología del sabor avanzó espectacularmente desde la creación de Impossible and Beyond, pero los análogos de corte entero y las carnes basadas en extrusión representan un gran salto adelante en cuanto a propiedades visuales y de textura.
Y aunque los beneficios medioambientales son un factor (y se dice que invertir en proteínas alternativas contribuye más a reducir las emisiones por dólar que cualquier otro sector), no serán el eje que los inversores puedan pensar. Los consumidores exigen ahora que las marcas se replanteen sus fórmulas y ofrezcan productos con el sabor que esperan con un conjunto de ingredientes limpios, reconociendo que no siempre es necesaria una réplica perfecta.
Como siempre, el precio es primordial para los consumidores, y las empresas pueden reducir costes con la escala. Pero a medida que crezca el mercado, los ingredientes necesarios para las alternativas bajarán de coste con el aumento de la demanda y la producción. Y para quienes dudan de que la escalabilidad sea siquiera posible, las cifras siguen siendo prometedoras. Markets and Markets estima una tasa de crecimiento anual compuesta del 14,7% entre 2022 y 2027, con unos ingresos previstos de 15.700 millones de dólares en 2027, casi el doble de los 7.900 millones de dólares de 2022.
Tres consideraciones clave para los inversores
En consecuencia, los inversores deben tener en cuenta tres elementos clave a la hora de evaluar una empresa de proteínas alternativas para invertir.
En primer lugar, hay que recordar que los servicios de alimentación siguen ofreciendo a los consumidores una manera fácil de probar los productos antes de comprometerse a comprarlos a un precio más alto en el estante. Las empresas que ofrecen productos que se adaptan bien a este canal están mejor posicionadas para impulsar la concienciación y la adopción.
En segundo lugar, buscar empresas que estén invirtiendo en capacidades de fabricación y cadena de suministro en paralelo con las ventas y el marketing.
Por último, evaluar cualquier inversión teniendo en cuenta que los ganadores vendrán determinados por un sabor superior, un conjunto de ingredientes limpios y un precio competitivo con las opciones de proteínas convencionales y alternativas.
Una visión a largo plazo
La proteína alternativa no es un nuevo y misterioso modelo de negocio. Estas empresas todavía necesitan contar con unos fundamentos sólidos para sostenerse hasta el punto en que la escala se ponga en marcha y la adopción generalizada pueda verse impulsada por la paridad de precios.
Aunque los plazos son mucho más largos de lo que los inversores esperaban, cualquier éxito podría ser enorme. La carne es ya una industria que mueve más de un billón de dólares. Captar incluso una cuota del 1% de un billón de dólares, por ejemplo, supondría 10.000 millones de dólares en ventas.
En última instancia, los inversores deben asegurarse de que las empresas de su cartera tienen una idea clara de dónde están los consumidores, hacia dónde van y cómo explotar la brecha de la demanda. El clima económico actual no está hecho para las gafas de color de rosa; está hecho para una visión realista y a largo plazo de un mercado prometedor.
*Con información de Forbes US