Este sábado, el papa Francisco visitó el santuario de Fátima, en el centro de Portugal, donde fue recibido este sábado por unos 200 mil fieles en el santuario de Fátima. El pontífice argentino pasó unas horas allí antes de regresar a Lisboa para una vigilia que precederá a la misa final de esta edición de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
Bergoglio sobrevoló la amplia explanada del santuario a bordo de un helicóptero, donde luego rezó el rosario con jóvenes enfermos y dio un discurso en el que recorrió temas como la guerra en Ucrania y los abusos dentro de la Iglesia.
Tras aterrizar, el Papa recorrió en “papamóvil” la explanada que rodea la pequeña capilla que marca el lugar donde, según la tradición católica, la Virgen María se apareció a tres niños en 1917.
Aquí, a unos 130 km al norte de Lisboa, la Virgen María habría realizado seis apariciones a los pequeños pastores, en las que les habría confiado tres secretos, incluyendo una visión considerada profética del atentado perpetrado contra el papa Juan Pablo II más de 60 años después.
Francisco, de 86 años, llegó a Portugal el miércoles para encontrarse con jóvenes católicos de todo el mundo, reunidos en Lisboa para una semana de encuentros festivos, culturales y espirituales.