El papa Francisco aseguró que el fundamentalismo “pone en peligro la paz mundial”. Este domingo encabezó una misa para 2.000 personas en Ulán Bator como parte de la gira por Mongolia, país al que llegó el viernes para pedir por el fin de los conflictos.
“Saludo de corazón a los hermanos y hermanas de otras confesiones cristianas y religiones. Sigamos creciendo juntos en la fraternidad, como semillas de paz en un mundo tristemente asolado por tantas guerras y conflictos”, sostuvo durante la ceremonia que se celebró en el Seppe Arena y reunió a católicos de toda Asia.
Horas antes, el Sumo Pontífice brindó un discurso en el teatro Hun de la capital asiática frente a representantes de la Asociación de Musulmanes de Mongolia, de los Ortodoxos rusos, de la Iglesia adventistas del séptimo día, judíos, evangélicos y budistas, el credo mayoritario en esa región.
“El hecho de estar juntos en el mismo lugar ya es un mensaje. Las tradiciones religiosas, en su originalidad y diversidad, comportan un formidable potencial de bien al servicio de la sociedad”, sostuvo Francisco, quien propuso la iniciativa como un modelo a seguir a nivel mundial.
“Si quien tiene la responsabilidad de las naciones eligiera el camino del encuentro y del diálogo con los demás, contribuiría de manera determinante a poner fin a los conflictos que siguen causando sufrimiento a tantos pueblos”, remarcó.
En ese sentido, señaló que “la cerrazón, la imposición unilateral, el fundamentalismo y la coerción ideológica arruinan la fraternidad, alimentan tensiones y ponen en peligro la paz”. Pidió “que no haya, por tanto, ninguna confusión entre credo y violencia, entre sacralizado e imposición, entre camino religioso y sectarismo”.
Además, el Papa recordó la persecución que sufrieron los budistas en el siglo XX a manos de los regímenes comunistas de la zona. “Que la memoria de los sufrimientos padecidos en el pasado nos dé la fuerza para transformar las heridas sombrías en fuentes de luz, la ignorancia de la violencia en sabiduría de vida, el mal que arruina en bien que construye”, expresó.
Francisco visita Mongolia desde el viernes y hasta el lunes, en un viaje en el que encuentra a la pequeña comunidad católica de 1.500 fieles y aprovecha su presencia en lo que llamó el “corazón de Asia” para pedir por la paz y el medioambiente.
Francisco recibió en Mongolia al embajador argentino en China, Sabino Vaca Narvaja
El papa Francisco recibió este domingo en Ulán Bator al embajador argentino en China con concurrencia en Mongolia, Sabino Vaca Narvaja. El encuentro se realizó en la Prefectura Apostólica de la capital, donde Jorge Bergoglio se hospeda desde el viernes hasta este lunes.
“La visita del Papa a Mongolia tiene gran impacto en todo Asia porque los países de la región comparten el espíritu de armonía y paz que propone el mensaje de Francisco”, declaró el embajador a Télam luego de la reunión donde hablaron del mensaje humanístico y la necesidad de promover la paz.
“Para estos países emergentes es fundamental la construcción de un mundo más equilibrado y multilateral que respete las diversidades, este es el camino que propone nuestro Papa”, destacó.