Llegó al desfile dentro de un automóvil sin capota y de pie con la banda presidencial al pecho, acompañado de la primera dama Rosángela da Silva.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, participó este jueves acompañado de sus comandantes militares en el desfile cívico-militar en conmemoración de la Independencia, en la Explanada de los Ministerios de Brasilia.
Lula llegó al desfile dentro de un automóvil sin capota y de pie con la banda presidencial al pecho, acompañado de la primera dama Rosángela da Silva, quien llevaba un vestido rojo, el color que identifica al gobernante Partido de los Trabajadores (PT).
La pareja saludó al público que llenaba las gradas para presenciar el desfile y se dirigió a la tribuna de honor, que contó con unos 200 lugares para autoridades, sin discursos durante el acto.
En un momento que se destacó con relación a años anteriores, el presidente Lula da Silva posó junto al ministro de Defensa, José Múcio, así como a otros jefes de las Fuerzas Armadas.
Entre estos jefes militares estuvieron el comandante del Ejército, Tomás Ribeiro Paiva; el comandante de la Fuerza Aérea, Marcelo Kanitz Damasceno, y el comandante de la Marina, Marcos Sampaio Olsen.
En el palco estuvieron además el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco; la presidenta del Tribunal Supremo Federal, ministra Rosa Weber, y el Vicepresidente de la República, Geraldo Alckmin.
El personaje Zé Gotinha, mascota de la campaña de vacunación en el país sudamericano, desfiló en la parte superior de un vehículo de Bomberos del Distrito Federal, lo que provocó el aplauso del público asistente.
En su primer desfile del 7 de setiembre del presente mandato, iniciado el 1 de enero de 2023, el actual gobierno decidió destacar la unidad nacional, la democracia y la relación institucional entre el poder civil y las Fuerzas Armadas.
El desfile tuvo cuatro ejes temáticos: paz y soberanía, ciencia y tecnología, salud y vacunación, y defensa de la Amazonia.
En un discurso transmitido en cadena nacional de radio y televisión la noche del miércoles, Lula da Silva dijo que el 7 de septiembre no será un día “ni de odio ni de miedo, sino de unidad”.
El Presidente sostuvo también que la celebración de la Independencia debe servir para recordar que Brasil es “uno solo”.