La cantante de “Corazón vacío” fue la figura principal de la primera jornada del festival Hapiness Mussic Park, en la ciudad de Cochabamba
La reciente gira por Bolivia de María Becerra fue un éxito total. La artista dio un show en el festival Happiness Music Park, que se realizó en el Fexco Arena de Cochabamba. Se trata de una ciudad que está poco menos de 400 kilómetros de La Paz, capital del país vecino, y la altura sobre el nivel del mar le jugó una muy mala pasada.
En las redes sus seguidores le agradecieron su gran concierto, pero ella los preocupó con una imagen que se viralizó. “Gracias por tanto amor, Bolivia. Desde que llegamos nos hemos sentido como en casa… Qué país tan hermoso ¡El show de ayer estuvo increíble!”, escribió la autora de “Corazón vacío”. Pero minutos después mostró cómo quedó post recital. “Lo dimos todo ayer, pero terminé con taquicardia y oxigenando en 80. Jajaja, me hizo mierda la altura de Bolivia”, añadió junto a uno postal en la que se la puede ver con asistencia respiratoria.
La cuenta de una fan la mostró recostada con un ventilador portátil en una mano, aunque al parecer Becerra se recuperó rápidamente y salió a recorrer la ciudad. Es que en una fotografía posterior se la ve junto a su novio, el también cantante Julián Reininger, más conocido como J Rei, posando junto al Monumento Cristo de la Concordia de Cochabamba, y también realizando compras por esa ciudad.
María Becerra después del show en Bolivia (Foto: captura Twitter @BecerraData)
A fines de agosto, María Becerra vivió un episodio inusual y perturbador durante su estadía en un hotel de Los Ángeles. En la madrugada del lunes, mientras descansaba, su habitación fue sorpresivamente invadida por un enjambre de abejas. La artista, que se encontraba en pleno sueño, fue despertada por un intenso zumbido y al abrir los ojos descubrió con horror que decenas de ellas volaban sobre su cabeza.
“Eran las 5 de la mañana de una noche nublada y de repente escucho como cuando el mosquito está zumbando, así pero por 50. Resultaron ser abejas. Abro los ojos y veo como 20 en la lámpara que tengo arriba, miro la otra lámpara que tengo lejos y como 50, miro la otra lámpara, que no la pude ver tanto porque soy medio chicata, pero eran un montón más”, comenzó su relato la intérprete.
Becerra, quien confesó en múltiples ocasiones su temor hacia los insectos, se encontró en un dilema. “¿Cómo es posible este suceso? ¿Cómo hago para salir de acá sin que me pique, sin terminar en el hospital porque alguna me picó la tráquea o algo así?”, se cuestionó a través de una serie de mensajes publicados a través de sus redes sociales.
“Cuando reacciono, pienso cómo salir de ahí, porque nos teníamos que ir a otro aeropuerto, y cómo hacerlo sin que me piquen, sin terminar en el hospital. Teníamos que salir a las 7 de la mañana, teníamos las valijas, todo preparado para abrir los ojos y bajarlas. Pero eran las 5 y lo iba a tener que hacer dos horas antes, porque de ahí me tenía que ir porque estaban meta entrar y entrar y no sé por dónde, porque yo tenía todo cerrado porque soy una psycho de los bichos, veo una polilla y ya me da miedo”, continuó sobre lo que se encontraba viviendo.
A pesar del miedo, tomó la decisión de enfrentar la situación: “Agarro mis cosas, la valija y tengo un momento de reflexión interna y me dije ‘María, el mundo es para los valientes, mirá hasta dónde llegaste, loquita’. Así que me puse de todo, me puse un jean, una boina, una campera con capucha y pensaba que hubiera menos lugares para picar. Tuve que tener valor y pasar ese pasillo de la muerte con dos lámparas y 50 abejas en cada uno”.
Sin embargo, previo a eso, pese a tomar el valor había calculado que no quería salir con la valija para que no resultara pesada su huída, por lo que decidió despertar a una de las personas que la acompañan en la gira: “Fui a despertar al Nata que duerme en un pasillo afuera de la habitación. Y paso yo corriendo sola por el pasillo, pero mi instinto de supervivencia fue más fuerte y volví a buscar mi valija, y no me pasó nada”, explicó con orgullo.
“Pensé que me iban a matar, que iba a terminar en el hospital, pero las abejas estaba haciendo la suya, estaban alrededor de la luz y no jodían, y así me vine hasta el aeropuerto”, cerró su relato sobre el impactante momento vivido.