En un partido vibrante y que se fue construyendo escalón por escalón, Los Pumas vencieron por 29-17 a Gales en el Stade Vélodrome de Marsella y sacaron boleto para las semifinales de la Copa del Mundo. Esperan por el ganador de Irlanda vs. Nueva Zelanda.
En los primeros pasajes del partido, fueron los de Michael Cheika quienes controlaron el juego y se acercaron a la zona de peligro en varias oportunidades, sin poder llegar a concretar siquiera por un envío de Emiliano Boffelli a los 6 minutos que se fue desviado. Por el contrario, Gales aprovechó sus chances y marcó la primera diferencia con una buena jugada por el centro de la cancha que terminó con Dan Biggar apoyando y convirtiendo.
Allí fue cuando los británicos crecieron, sumaron otra vez con un penal de su apertura y empezaron a complicar a Los Pumas, que para colmo perdieron por conmoción a Santiago Chocobares (entró Matías Moroni) a los 27′.
Pero después de un fallo de Biggar, Argentina volvió a encontrarse, se arrimó nuevamente y el que se mostró desconcertado fue Gales, que cayó en infracciones. Esta vez, Boffelli aprovechó y descontó en dos ocasiones para el 10-6 parcial del Dragón.
En la segunda mitad, el conjunto argentino volvió a comenzar con mayor decisión y mejor plantado y sacó provecho de los penales que siguió cometiendo su rival, para ponerse en ventaja 12-10 con dos nuevos envíos de Boffelli, uno desde atrás de mitad de cancha.
Otra vez Gales, como en la primera etapa, encontró el hueco por el centro de la cancha y lo explotó al máximo Tomos Williams. El medio scrum se filtró entra la defensa celeste y blanca y se fue corriendo debajo de los palos para adelantar nuevamente a los europeos por 17-12.
Sin embargo, Los Pumas no se quedaron de brazos cruzados y, a través de los forwards y con piernas nuevas por los jugadores que ingresaron, se hicieron camino al ingoal con uno de los que llegó desde el banco, Joel Sclavi, a puro pick and go para recuperar la ventaja.
Y aunque Gales apretó, una salvada de Moroni que valió como un try y una espectacular intercepción de Nicolás Sánchez (más un penal) le bajaron la persiana a un verdadero partidazo que el equipo argentino construyó con juego pero, sobre todo, mucho corazón para seguir adelante en la RWC 2023.