El presidente Alberto Fernández dijo que que le “da mucha vergüenza” vivir en un país donde ocurra el espionaje ilegal por parte del Estado y afirmó que esa situación le da “asco”, en referencia a las denuncias sobre actividades de espionaje ilegal sobre políticos, empresarios y periodistas realizadas durante la gestión de Cambiemos.
“Me da mucha vergüenza vivir en un país donde ocurran esas cosas, no cabe en mi cabeza que el Estado nos esté espiando; a un opositor, un periodista, un empresario, es algo que lo único que hace es irritarme”, expresó Fernández, en una entrevista con 11 periodistas de todo el país de Radio Nacional.
“A mi me asquea, definitivamente me da asco; lo único que le prometo a los argentinos es que hoy no hay argentino espiado desde el Estado, y que si yo alguna vez encontrara a alguien haciendo una cosa semejante el primero en someterlo al debate público sería yo, por que definitivamente no lo permitiré”, advirtió.
En paralelo, el Presidente insistió en que no puede “hablar sobre lo que pasó, sobre el alcance de esa actividad de espionaje y sobre quiénes son los responsables”, pero dijo que espera que la Justicia “actúe” y aseguró que lo que “sí les puedo decir a los argentinos es que en en este Gobierno eso no ocurre y jamás voy a dejar que ocurra”.
Fernández, en esa dirección, evaluó que esa práctica es “absolutamente antagónica con el Estado de derecho” y puso de relieve que “usar los servicios de inteligencia del Estado para conocer la intimidad de los ciudadanos” es parte de las “expresiones más totalitarias de los regímenes comunistas”.
En ese sentido, citó al escritor británico George Orwell, “cuando escribió (la novela) 1984 sobre ese Estado totalitario que se metía en la vida de los ciudadanos” y dijo: “Lo vi en las expresiones más totalitarias de los regímenes comunistas”.
El Presidente sostuvo que esa actitud “está en contradicción con la calidad republicana que muchos de ellos dijeron querer preservar” y señaló que su postura es “dejar que la Justicia actúe y que resuelva” y adelantó que “no” abrirá “juicio sobre los responsables”.
“Siento vergüenza que en la Argentina haya pasado. Eso pasó en la dictadura, los dictadores (Jorge) Videla, (Roberto) Viola, (Leopoldo) Galtieri y (Reynaldo) Bignone, ellos sí hacían esas cosa, son las peores prácticas de una dictadura y que se ejerzan en democracia”.
La causa por denuncia de espionaje desde la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), durante el gobierno de Mauricio Macri, está siendo investigada por el juez federal bonaerense Federico Villena, y por la comisión bicameral del Congreso.
Entre los espiados, figuran en la causa la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, como así también el ex presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, entre otros.
Respecto de la AFI, Fernández anunció que mandó el pliego para que la actual interventora, Cristina Caamaño, sea la nueva directora del organismo y dijo que reorientará el funcionamiento del organismo para “trabajar profundamente para preservar los intereses del país frente a otros riesgos y trabajar para una mejor justicia en todas las instancias”.
En cuanto al proyecto de ley de aborto, que estuvo a punto de mandar al Congreso cuando se declaró la pandemia por la Covid-19, en marzo, el Presidente aclaró que “está pendiente” pero que “no” lo ha “dejado de lado porque es algo importante resolver”.
“Cuando hablamos del aborto estamos hablando de un problema de salud publica”, señaló en la entrevista radial que fue retransmitida por la Televisión Pública.
Fernández, respecto de la deuda externa, sostuvo que se planteó una “negociación seria, que avanza entre tironeos” pero afirmó que tiene “confianza” en que habrá un “punto de acuerdo con los acreedores vamos a encontrar” y menciono que el virtual default viene de la gestión de Macri.
En otro orden, el jefe de Estado apuntó que Argentina no va a ceder ni claudicar” en su reclamo de soberanía sobre las islas Malvinas y dijo además que no se va a tener “buenos modales” con el Reino Unido, sino que se continuará “exigiendo lo que corresponde” y que la reivindicación será una “demanda constante sobre la base de que no vamos a ceder”.
Acerca su gestión, de la que recientemente cumplió seis meses, dijo que las “prioridades se han visto alteradas” por la pandemia del coronavirus y recordó que el 10 de diciembre eran el “problema de la deuda, poner en marcha la economía y las impurezas” que tenían las instituciones, en referencia a los cuestionamientos de la actuación de la central de inteligencia AFI en la era Macri.
Fernández contó que se fueron descubriendo situaciones como cuando se lanzó el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y se pensó que iba a ser para “dos o tres millones” de personas que no estaban registrados en la economía y “ahora son nueve millones”.
“Son personas que no estaban registradas por el Estado, gente que estaba totalmente fuera del sistema”, gráfico. Asimismo, el jefe de Estado remarcó que en su agenda no solo está la pandemia del coronavirus y reafirmó que en los “próximos días” enviará al Congreso el proyecto para “reformar la justicia con todos sus fueros”. Consultado sobre como será la economía post pandemia, analizó que “básicamente será movilizada por el Estado”.
“Básicamente será así porque parte del incentivo va a estar dado por la obra publica”, puntualizó y anticipó que “busca la construcción de viviendas en todo el país”, entre uno de los objetivos en esa área. “La obra pública será un eje central de la reactivación”, enfatizó, aunque añadió que “no vamos a depender de lo que el Estado haga sino que estamos trabajando en créditos blancos para la actividad privada”.
Acerca del Mercosur, afirmó que “sigue siendo nuestra casa” consideró que “profundizar” ese bloque regional que Argentina integra con Brasil, Uruguay y Paraguay “es central”, aunque deslizó que que “alguno de los países no está haciendo lo mismo y yo tomo cierta distancia”.
Por último, al analizar la actual situación internacional, Fernández consideró que “una de las cosas que dejó al descubierto la pandemia es la ausencia de liderazgos” y que “se profundizó el conflicto entre Estado Unidos y China”.
Fuente: Télam