En el día de ayer, el periódico británico The Guardian, fundado en el siglo XIX, volvió a publicar una editorial contra Javier Milei en donde señalan que dentro de su gobierno “hay elementos del fascismo, elementos tomados prestados del Estado chino y elementos que reflejan la historia de dictadura de Argentina”. Además lo comparan con la ex primer ministra Liz Truss, quien permaneció en su cargo 45 días en el 2022.
En una nota publicada por el periodista George Monbiot, analizan algunos puntos del primer mes de gobierno de Milei: “Un programa intensivo de recortes masivos; demoler servicios públicos; privatizar bienes públicos; centralizar el poder político; despedir a funcionarios públicos; eliminar las restricciones a las corporaciones y oligarcas; destruir regulaciones que protegen a los trabajadores, a las personas vulnerables y al mundo vivo; apoyar a los propietarios contra los inquilinos; criminalizar la protesta pacífica; restringir el derecho de huelga”.
“Milei está intentando, con un vasto decreto de ‘emergencia’ y un monstruoso ‘proyecto de ley de reforma’, lo que los conservadores han hecho en el Reino Unido durante 45 años”, añade.
Asimismo, el autor atribuye el programa de gobierno de Javier Milei a la influencia que tuvo del think tank Atlas Network, una ONG con sede en los Estados Unidos: “Podríamos describir ciertas políticas como las de Milei, Bolsonaro, Truss, Johnson o Sunak, pero todas son variaciones de los mismos temas, ideadas y perfeccionadas por los tanques de basura que pertenecen a la misma red. Esos presidentes y primeros ministros son sólo las caras que presenta el programa”.
El texto de The Guardian concluye afirmando que “los tanques basura de dinero oscuro y la Red Atlas son un medio muy eficaz para disfrazar y acumular poder. Son el canal a través del cual los multimillonarios y las corporaciones influyen en la política sin mostrar sus manos, aprenden las políticas y tácticas más efectivas para superar la resistencia a su agenda y luego difunden estas políticas y tácticas por todo el mundo. Así es como las democracias nominales se convierten en nuevas aristocracias”.