Alaska Airlines había impuesto restricciones al avión Boeing involucrado en una dramática explosión en el aire después de que, días previos al incidente, se presentaran advertencias sobre la presurización de la aeronave, revelaron los investigadores.
El avión de pasajeros, un Boeing 737 Max 9, perdió una sección de su fuselaje en pleno vuelo el pasado martes, lo que le obligó a realizar un aterrizaje de emergencia.
Jennifer Homendy, de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) de Estados Unidos, dijo que el avión tenía limitado su alcance y no poseía permiso para realizar vuelos de larga distancia sobre el agua.
La NTSB también dice que se ha encontrado la sección faltante del avión en el jardín trasero de un maestro de Portland.
Nadie resultó herido en el vuelo del viernes.
Abordo había 177 pasajeros y tripulantes con destino a Ontario, California.
Unos 171 aviones del mismo tipo siguen inmovilizados por el regulador estadounidense, la Administración Federal de Aviación (FAA), mientras continúan los controles de seguridad.
Antes de la intervención del sábado por parte de la FAA, Alaska Airlines puso en servicio brevemente algunos de sus Max 9, diciendo que no había hecho “ningún hallazgo preocupante”.
Homendy dijo en una rueda de prensa que los pilotos informaron sobre luces de advertencia de presurización en tres vuelos anteriores realizados por el Alaska Airlines Max 9 involucrado en el incidente.
La decisión de restringir los vuelos largos sobre el agua fue para que el avión “pudiera regresar muy rápidamente a un aeropuerto” en caso de que las advertencias se repitieran, añadió la jefa de la NTSB.
No está claro si existe un vínculo entre los problemas que llevaron a esas advertencias y el problema que provocó la explosión del 5 de enero.
El avión era nuevo
Se solicitó “una revisión de mantenimiento adicional” pero “no se completó” antes del incidente, dijo Homendy.
El avión era nuevo y había sido entregado a Alaska Airlines en octubre, momento en el que la FAA consideró que estaba en condiciones de volar.
Homendy también aprovechó la conferencia para exponer nuevos detalles de la situación “muy caótica” y “aterradora” a bordo del vuelo 1282 de Alaska Airlines.
La fuerza de la explosión provocó que la puerta de la cabina se abriera y una lista de verificación laminada y los auriculares del primer oficial volaron por la cabina, dijo.
Añadió que no había información disponible de la grabadora de voz de la cabina, ya que se había borrado automáticamente después de alcanzar un límite de dos horas.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte quería que ese período se aumentara a 25 horas, añadió.
Homendy anunció más tarde que se había encontrado la parte del fuselaje desprendida, después de que un maestro llamado Bob localizara la sección faltante en su patio trasero.
La pieza, que es parte del fuselaje pesa 27 kg (60 lb) y lleva una ventana, que se puede utilizar como salida de emergencia en determinadas configuraciones. Las autoridades la habían estado buscando en Portland, la ciudad de salida.
Homedy dijo que era el “componente clave que faltaba” para determinar por qué ocurrió la explosión.
También celulares perdidos
También se han encontrado dos teléfonos móviles que se cree que se cayeron del avión.
Un hombre de Oregón compartió una imagen de un iPhone que, según dijo, había descubierto, funcionando con normalidad, en un arcén de hierba junto a una carretera.
El dispositivo parecía mostrar un recibo por correo electrónico por un cargo de equipaje facturado de US$70 dólares para ese vuelo.
El vuelo 1282 alcanzó los 16.000 pies (4,8 kilómetros) cuando comenzó su descenso de emergencia el viernes por la noche, según datos de seguimiento de vuelos.
Las imágenes compartidas en internet, y más tarde por los investigadores, mostraban un gran agujero en el costado de la nave y las máscaras de oxígeno colgando del techo.
Un pasajero, Diego Murillo dijo que el hueco era “tan ancho como una nevera”, mientras que Elizabeth Lee añadió que “el viento era extremadamente fuerte, pero todo el mundo estaba en sus asientos y llevaba el cinturón puesto”.
Los pasajeros fueron citados por el periódico The Oregonian diciendo que la fuerza de la descompresión arrancó la camisa a un niño sentado cerca del área afectada.
Alaska Airlines dijo en su declaración más reciente: “Mientras esperamos los criterios de inspección de la directiva de aeronavegabilidad (AD) de la FAA y Boeing, nuestros equipos de mantenimiento están listos para realizar las inspecciones requeridas de los tapones de las puertas de salida intermedia en nuestra flota 737-9”.
“La suspensión del 737-9 Max ha impactado significativamente nuestras operaciones. Hemos cancelado 170 vuelos del domingo y 60 el lunes, y se esperan más”.
Boeing dijo en un comunicado: “La seguridad es nuestra principal prioridad y lamentamos profundamente el impacto que este evento ha tenido en nuestros clientes y sus pasajeros”.
El 737 Max de la compañía ha sido descrito como “el avión de transporte más examinado de la historia” después de una serie de problemas de seguridad.
Los Boeing 737 Max ya fueron inmovilizados en marzo de 2019 durante un año y medio después de que dos de esos aviones se estrellaran en circunstancias similares en Indonesia y Etiopía y más de 300 pasajeros murieran.
Un total de 346 personas perecieron. Ambos accidentes fueron causados por un software de control de vuelo defectuoso.
También Europa
Después del incidente del viernes en Estados Unidos, el regulador de la Unión Europea siguió el ejemplo de su homólogo estadounidense.
Pero se esperaba que las alteraciones fueran mínimas, ya que creía que ninguna aerolínea europea utilizaba Max 9 con la configuración que especifica la orden de la FAA.
Icelandair dijo que no se vio afectada.
El sitio web de seguimiento de vuelos en tiempo real Flightradar24 confirmó que varios Max 9 de la aerolínea estaban en el cielo el lunes por la mañana.
La mayor parte de los aviones afectados son operados por aerolíneas estadounidenses -79 de ellos por United Airlines y 65 por Alaska-, lo que ha supuesto disrupciones para miles de pasajeros.