En un plenario con más de 70 delegaciones regionales presentes de todo el país, la Confederación General del Trabajo (CGT) se reunió para ratificar la estrategia de paro y movilización nacional del 24 de enero contra del decreto de necesidad y urgencia (DNU) del Presidente Javier Milei.
“Hoy, el objetivo es uno: voltear el DNU, voltear la Ley Ómnibus, movilizar el 24 y estar presente en cada conflicto de los que se van a ir generalizando en las distintas actividades”, sostuvo Pablo Moyano. Contra el gradualismo que pregonaban algunos sectores dentro de la central, el camionero volvió a pisar el acelerador en la confrontación con la administración libertaria.
“Fueron todas medidas en contra de los trabajadores y se van a empezar a ver las reacciones de los diferentes sectores como fueron los cacerolazos”, manifestó en la mañana de ayer Moyano. Acorde a lo resuelto en el Confederal de la CGT, hace una semana, el próximo 24 de enero, la central llamó a un paro nacional desde las 12 con una movilización a las puertas del Congreso, donde se debate en estas horas la ley ómnibus y se espera la ratificación o no del megadecreto de Milei.
En aquel cónclave se definió la realización de un plenario con regionales de todo el país para ir escalando en la movilización política rumbo a la primera medida de fuerza en casi cinco años. También, ayer participaron cerca de 250 dirigentes junto a los miembros del Consejo Directivo Nacional de la CGT en la sede de la calle Azopardo. Allí expresaron el “apoyo contundente y unánime a la estrategia y acción del CDN” y el “rechazo rotundo al DNU dictado por el Poder Ejecutivo”, acorde a una síntesis informativa que divulgaron las autoridades de la central.
Durante el encuentro, que inició cerca del mediodía, cada regional expresó la “delicada situación” que atraviesa en el marco de la actual crisis, “que trae como consecuencias la pérdida brutal del poder adquisitivo y la pérdida de fuentes de trabajo actuales y a futuro”.
Asimismo, la cúpula de la CGT detalló que se constató la preocupación y rechazo a aquellos aspectos de la llamada Ley Ómnibus “que van contra la soberanía del país, los derechos laborales, el derecho de libre expresión y protesta, el modelo sindical argentino y las prestaciones de salud y previsionales”. También se repudió “la criminalización de la protesta social como método represivo de un plan de ajuste económico del actual gobierno”.
Vale recordar que el fuero laboral de la Justicia dictó ya tres cautelares que ponen en suspenso el capítulo alegórico dentro de la batería de artículos del DNU. En respuesta, el gobierno de Milei presentó una apelación en el Contencioso Administrativo y ahora aguarda por la decisión, mientras otro planteo, esgrimido por la provincia de La Rioja, ya alcanzó la Corte Suprema de Justicia. Se calcula que son más de 50 los amparos interpuestos ante los tribunales.
En el plenario de la CGT se definió, además, la organización de diversas expresiones de protestas en cada regional en línea con la fecha propuesta por el Congreso Confederal de la central para la movilización del próximo 24 de enero.
Asimismo, se intensificarán los contactos con los legisladores que representan cada una de las jurisdicciones provinciales, con el fin de comprometer su voto de rechazo, en línea “con el discurso en cada lugar desde donde provienen”.