La producción de la soja y el maíz tienen las condiciones dadas para alcanzar una de las mejores cosechas de la historia como consecuencia de las buenas condiciones climáticas y las lluvias en las áreas de la región agrícola del país. Con esta situación positiva, consultores privados estiman para los cultivos un monto de entre US$ 24.000 y US$ 28.700 millones. Bajo estas características las exportaciones de ambis granos tendrían un salto respecto a 2023 de unos US$ 10.000 millones, año que fue severamente afectado por una de las peores sequías de las que se tenga memoria.
En diálogo con Télam, el gerente de Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), Ramiro Costa, estimó que los ingresos por exportación de estos dos cultivos alcanzarían los US$ 28.700 millones, “una cifra que supera en US$ 10.000 millones a la registrada en la campaña anterior”, a pesar de los menores precios internacionales que se registran en la actualidad.
Costa detalló que “la siembra de maíz y soja está avanzando casi en su parte final, con ambos cultivos creciendo muy bien y registran niveles de condición hídrica de adecuada a óptima superiores al 90% del área”.
“Esta evolución permite sostener proyecciones optimistas de producción, sugiriendo un fuerte repunte después de la sequía pasada. Se estima que la producción de soja podría aumentar en más del 140%, mientras que el maíz podría experimentar un crecimiento superior al 60%”, añadió.
En base a las estimaciones de la BCBA, se espera una producción de 55 millones de toneladas de maíz y de 50 millones en el caso de la soja.
“Sin embargo, esta recuperación productiva se verá parcialmente contrarrestada debido a que las cotizaciones de la soja y el maíz están en menores niveles respecto de la campaña pasada”, indicó Costa.
Cabe recordar que el precio de la soja en el mercado de Chicago es el más bajo desde noviembre de 2021, mientras que el de maíz cayó a niveles similares a los de diciembre de 2020, de todas formas, Costa marcó que “desde la Bolsa de Cereales, estamos dedicados al análisis exhaustivo de la evolución de los cultivos en esta positiva coyuntura climática, lo que podría proporcionar resultados incluso más favorables que los que tenemos en la actualidad”.
Mientras que el director de la RIA Consultores, Javier Preciado Patiño, estimó ingresos más módicos para este año en lo que respecta estos dos complejos exportadores.
Según sus cálculos, entre los tres principales productos exportables del complejo sojero sumarían ingresos por US$ 16.266 millones, de los cuales la harina aportaría US$ 9.009 millones, el aceite unos US$ 4.401 millones y el poroto sin procesar US$ 2.856 millones. En el caso del maíz, los embarques significarían unos US$ 7.820 millones, lo cual significaría entre ambas cadenas, una facturación total ubicada en torno a los US$ 24.086 millones.
Preciado Patiño explicó que “hoy el mercado de la soja y el maíz están a la baja. A pesar de la indefinición de la cosecha de Brasil, la producción de soja en Sudamérica se espera que sea muy buena, con la Argentina y Paraguay con muy buenas producciones. Junto con una demanda más bien débil, la perspectiva es que los precios tenderán algo hacia a la baja. Lo mismo sucede con el maíz”.
“De todas maneras, la dinámica del mercado siempre puede sorprender y revertir la tendencia. Para la Argentina, me animo a decir, que resultará más beneficioso tener una gran cosecha a que los precios no sean los mejores”, planteó el analista.
La última estimación de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en tanto, habla de un ingreso total de US$ 28.300 millones entre ambos cultivos, de los cuales US$ 20.000 millones serían aportados por el complejo sojero y US$ 8.300 millones por el maíz.
Cabe mencionar que la Bolsa rosarina espera una cosecha récord del cereal de 59 millones de toneladas y de 52 millones en el caso de la oleaginosa.
En cuanto a la recaudación vía retenciones, también se espera un salto muy importante, sobre todo si logra aprobarse la suba propuesta por el Gobierno nacional de los derechos de exportación del maíz y para derivados de la soja.
La intención oficial -incluida en el proyecto de “Ley Bases”- propone elevar la alícuota del 12% al 15% para el grano amarillo y del 31% al 33% en el caso de la harina y el aceite de soja.
De aprobarse esta iniciativa, la recaudación vía retenciones en el complejo sojero significaría unos US$ 198 millones más al pasar de US$ 5.796 a US$ 5.994 millones, mientras en el maíz el aporte adicional sería de US$ 154 millones hasta un total proyectado de US$ 1.224 millones, según las proyecciones de la Bolsa rosarina.