El fuego está fuera de control y siguen sumándose brigadistas de otras provincias.
El Ministerio de Interior de la Nación, a través del Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) y la Administración de Parques Nacionales, continúa trabajando en el fortalecimiento de las acciones compartidas con la provincia de Chubut para mitigar los incendios devastadores que se están produciendo en el Parque Nacional Los Alerces, y que ya arrasaron con unas 1.000 hectáreas de bosque nativo.
Los focos ígneos se originaron el jueves último, aparentemente de manera intencional, y rápidamente se propagaron desde la zona de la bahía Rosales, en el lago Futalaufquen.
En tanto, el calor reinante y las fuertes ráfagas de viento, que llegaron a promediar los 40 kilómetros por hora, complicaron la tarea de los brigadistas.
Por su parte, el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, dijo en declaraciones a la prensa local que “Esta vez los responsables la van a pagar”, y añadió que “Se acabaron los tiempos en nuestra provincia en los que este tipo de atentados quedaban sin consecuencias”.
Asimismo, el mandatario sostuvo que “La máxima prioridad ahora es contener y controlar las llamas, pero bajo ningún punto de vista este Gobierno va a hacer la vista gorda frente a aquellos que este desastre ambiental”.
En las próximas horas, se espera que arriben a la zona afectada 53 brigadistas nacionales y 40 brigadistas del Plan Provincial de la Provincia de Córdoba.
Del combate directo al fuego participan 144 agentes dependientes de las reparticiones que integran el Ministerio del Interior a los que se suman otros 46 del Servicio de Manejo del Fuego de la Provincia de Chubut.
Junto a ellos continúan trabajando 35 brigadistas del Parque Nacional Los Alerces, treinta personas del Servicio Provincial de Manejo del Fuego de Chubut y bomberos voluntarios de Trevelin y Esquel, Gendarmería, Prefectura y Defensa civil de Esquel.
Asimismo, el SNMF refuerza este trabajo con dos aviones turbohélices AT-802 con 3000 litros de capacidad de descarga de agua cada uno, un avión observador Cessna 182, que facilita y mejora la evaluación de los sectores del incendio, dos helicópteros Bell, uno 407 y uno 412, aptos para el trabajo con helibalde y el traslado del personal a zonas de difícil acceso.
También se encuentran destacados en la zona del incendio dos camiones de apoyo logístico: uno de ellos está conformado por un dormitorio para 24 plazas y equipado con aire acondicionado y conexiones para recarga de equipos electrónicos; mientras que el otro cambión cuenta con cocina y sanitarios con duchas.
En forma conjunta con la provincia y municipios, se dispone también de múltiples recursos terrestres como camionetas 4×4, motobombas forestales de alta presión, autobombas forestales, minibuses, motoniveladora, cargadora, camión con carretón, cisternas, reservorios de agua colapsables, autos, cuatriciclo, herramientas forestales manuales, motosierras, drones para monitoreo y evaluación, entre otros.