Durante el 2023, se perdieron 60 mil hectáreas de zonas protegidas por incendios forestales en Argentina. La Administración de Parques Nacionales (APN) informó que durante el año pasado se registraron un total de 88 focos, en su mayoría en el noreste argentino. Actualmente hay activos en la zona de los Alerces, Nahuel Huapi y Lanín.
Desde la página de Parques Nacionales, advirtieron que la región NEA fue la que registró el mayor número de incendios y la mayor superficie quemada, en tanto que la Patagonia presentó menor cantidad de incendios que Centro, pero mayor superficie afectada, es decir: menor ocurrencia, pero mayor magnitud. El NOA fue la región con menor cantidad de incendios y de hectáreas quemadas.
El informe elaborado por la Ecología del Fuego de la Dirección de Lucha Contra Incendios Forestales y Emergencias (DLIFyE) determinó que “el estudio del régimen del fuego es fundamental para caracterizar su recurrencia y función en cada ambiente” y así determinar su manejo y aplicación como herramienta.
Los incendios, indican los técnicos de la DLIFyE en su trabajo, se originan por causas naturales o antrópicas, pudiendo en el segundo caso ser accidentales o intencionales. Asimismo, destacan el rol ecológico que cumple el fuego en varias de las áreas protegidas, como parte de la dinámica de sus ecosistemas.
Además, desde el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) de la Subsecretaría de Ambiente de la Nación presentaron un informe sobre “Peligro de Incendios de Vegetación”, en el que destaca que durante el trimestre febrero-marzo-abril las condiciones más críticas se mantendrían sobre la región Patagonia; especialmente sobre el oeste y noroeste de la misma.
En su análisis determinaron que “sobre el noreste patagónico, junto al sur de La Pampa, de Mendoza y sur de Buenos Aires, deberá mantenerse el monitoreo en el comienzo de este trimestre dado que es probable que situaciones sinópticas determinadas favorezcan la ocurrencia y propagación de incendios”.