Con la publicación del Decreto 107/24 el Gobierno dispuso descongelar los impuestos a los combustibles (ICL e IDL) tras más de dos años sin modificaciones.
De esta manera, se estableció que el aumento del Índice de Precios al Consumidor del primer y segundo trimestre de 2023 tenga efecto para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil a partir del 1° de marzo de este año. Mientras tanto, los demás incrementos están previstos para el 1° de abril y el 1° de mayo.
Según explica la normativa, “para iniciar un proceso de regularización de los referidos incrementos remanentes, resulta razonable diferir parcialmente sus efectos, así como los de la actualización correspondiente al cuarto trimestre calendario del año 2023″.
En este sentido, teniendo en cuenta que la inflación del primer y segundo trimestre 2023 fue del 50,25 por ciento, desde el mes próximo el impuesto a los combustibles en el caso de la nafta escalará $30.75 y en el gasoil, $18.96.
Lo mismo sucederá para el impuesto al Dióxido de Carbono: $1.88 para el primero de los productos y $2.16 para el segundo, totalizando en definitiva $32.63 para la nafta y $21.12 para el diésel.
En consecuencia, el impacto en el surtidor solo por este concepto impositivo, será de un incremento del 4.4 por ciento y 2.7 por ciento respectivamente.
Vale recordar que a través de la reforma tributaria de 2017, se transformó el impuesto sobre los combustibles de ad valorem a unitario. Un impuesto es ad valorem cuando se determina aplicando un porcentaje sobre el precio y es unitario cuando se aplica una suma fija por unidad de venta o producción.
De acuerdo con la ley, el monto fijo del impuesto a los Combustibles Líquidos y al Dióxido de Carbono se debe actualizar trimestralmente por la variación que haya tenido el Índice de Precios al Consumidor durante el mismo período.
Sin embargo, y dado el contexto inflacionario, el gobierno de Alberto Fernández dispuso sucesivas postergaciones, pero desde este mes la gestión de Javier Milei comenzó a regularizarlos.