Durante la noche del domingo, el mundo del fútbol se vio movilizado por la situación que le tocó vivir a Javier Altamirano durante el partido entre Estudiantes y Boca en UNO por la undécima fecha de la Zona B de la Copa de la Liga Profesional. A los 27 minutos, el chileno comenzó a convulsionar, fue retirado en ambulancia hacia el Instituto Médico Platense, donde quedó internado.
El volante de 24 años recuperó el conocimiento, pero quedó hospitalizado en observación para determinar con certeza los motivos que lo llevaron a tener el episodio convulsivo. Finalmente, desde el club emitieron un parte médico e indicaron que la causa fue una “trombosis del seno longitudinal superior” en el cerebro.
“Luego de los estudios realizados en el día de hoy, se determinó que la causa de la convulsión sufrida por el jugador fue una trombosis del seno longitudinal superior (cerebro). Se encuentra estable, con la medicación adecuada y a la espera de otros estudios. Permanecerá internado para control evolutivo”, reza el parte médico que el club publicó en sus redes sociales.
La noche del lunes la volvió a pasar de manera estable, sin mayores inconvenientes, y por la mañana recibió buenas noticias: su madre, su tío y su suegra llegaron a la Argentina para estar cerca del futbolista como de su esposa, que también quedó internada por su embarazo pero que ya transita libremente por la clínica y puede pasar tiempo junto a Altamirano.