Los gremios aeronáuticos alertaron que aplicarán medidas legales y sindicales para impugnar los convenios firmados por la Cancillería para desregular el mercado aerocomercial doméstico.
La desregulación del mercado aerocomercial argentino fue apenas un enunciado en el mega decreto con el que Javier Milei inició su gestión. Ahora, tras la firma de convenios concretos para abrir los cielos con Brasil y Chile, la iniciativa oficial empezó a cobrar forma. Y a medida que se fueron conociendo sus alcances, la polémica entre los sectores involucrados fue creciendo en la misma proporción.
Dos de la decena de gremios aeronáuticos fueron los que picaron en punta con los cuestionamientos apenas se conocieron los primeros detalles del acuerdo firmado hace pocos días con Chile, el más reciente.
El anterior, con Brasil, fue firmado el 13 de marzo, pero sus alcances reales son más limitados. En cambio, el entendimiento con las autoridades chilenas fue la chispa que encendió el fuego.
La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas, el gremio que nuclea a los pilotos y encabeza el dirigente Pablo Biró, rechazó el acuerdo y sostuvo que implica una “pérdida de soberanía” que afectará a toda la industria aeronáutica argentina.
“Desde APLA reafirmamos que llevaremos adelante todas las medidas legales y sindicales que sean necesarias para defender las fuentes de trabajo, la línea de bandera y toda la aviación nacional”, añadió.
En tanto, la Asociación Argentina de Aeronavegantes, comandada por Juan Pablo Brey, dijo: “Este pacto intempestivo y de dudosa constitucionalidad implica la cesión de hecho de la soberanía sobre nuestro espacio aéreo, en perjuicio no sólo de nuestra línea de Bandera, sino de todo un sector del trabajo nacional”.
Además manifestó su “profunda preocupación por las políticas aerocomerciales” que quiere aplicar el Gobierno. También alertó sobre posibles pérdidas de empleos en el sector y advirtió -al igual que sus pares de APLA- que “iniciarán todas las acciones gremiales y legales pertinentes a fin de revertir esta salvaje medida”.
“Exigimos a las autoridades nacionales que tomen seriamente un tema tan sensible, del cual depende ni más ni menos que la conectividad aérea del país, y decenas de miles de puestos de trabajo argentino”, señaló Brey.
La visión de un ex presidente de Aerolíneas Argentinas
Otro que se involucró en la discusión fue Pablo Ceriani, quien fue CEO de Aerolíneas Argentinas durante la gestión de Alberto Fernández. Desde su cuenta en X (ex Twitter), sostuvo: “El acuerdo con Chile implica que las aerolíneas de ese país pueden volar hacia Argentina sin ningún límite o reciprocidad e incluso pueden hacer vuelos de cabotaje en nuestro país”.
Y para dar idea del poderío con el que se enfrenta Argentina en este rubro, añadió: “Entre Latam, JetSmart y Sky cuentan con más de 360 aviones”.
Ceriani también afirmó que “este acuerdo entrega a los intereses extranjeros el mercado aerocomercial del país, con el riesgo que ello conlleva en términos de conectividad”.
Las respuestas de los usuarios de la red social se repartieron entre los que apoyaron los dichos del ex funcionario y condenan la intención oficial de privatizar Aerolíneas Argentinas, por un lado. Y por el otro, se agruparon los que priorizan el objetivo de lograr una reducción de los precios de los pasajes por la vía de una mayor competencia.
Entre las respuestas, hubo varias que hicieron notar que el acuerdo establece la reciprocidad de derechos, por lo cual, al menos en teoría, las líneas aéreas de Argentina pueden ir a competir con las chilenas en el cabotaje del país trasandino.
El acuerdo fue firmado por Franco Mogetta, secretario de Transporte, y su par chileno Martín Mackenna, y fue considerado un primer paso concreto para avanzar hacia una política de cielos abiertos plena.
Por el momento, se estableció un criterio limitado que en la jerga se denomina modo Origen/Origen, ya que sólo se permite que un vuelo que se inicia, por ejemplo, en Buenos Aires, puede pasar por Santiago de Chile y otro destino interno de ese país, pero su punto de finalización debe estar en Argentina. De la misma manera se plantea la opción inversa.
Los expertos, en línea con la advertencia de Ceriani en cuanto al poderío aéreo de Chile, admiten que las aerolíneas con matrícula chilena cuentan con ventaja sobre las argentinas porque se les abre un mercado en un territorio más extenso y con más opciones de destinos. Pero consideran que, al menos por ahora, la amenaza está lejos de concretarse debido a que no les resulta rentable el mercado argentino debido a las condiciones macroeconómicas existentes.
También recuerdan que la chilena Latam, tras cumplir 15 años en Argentina como única competencia de Aerolíneas Argentinas, levantó sus operaciones de cabotaje a comienzos de 2021 argumentando que se trataba de un mercado inviable debido a los altos costos laborales, las relaciones complejas con los gremios aeronáuticos y las cambiantes regulaciones aplicadas por las distintas administraciones del sector aerocomercial.
Ahora, el nuevo esquema de cielos abiertos podría permitirle cubrir nuevamente algunos destinos de cabotaje en rutas hipotéticas como Santiago-Aeroparque-Mendoza-Santiago.
Qué dice el convenio firmado con Chile
El memorándum de entendimiento acordado entre ambos países establece que podrán designar por escrito una o más empresas aéreas para explotar los servicios acordados en los mercado a ambos lados de la frontera.
Señala que cada empresa designada determinará libremente las frecuencias y capacidad de los servicios de transporte aéreo internacional que ofrecerán, por lo que se comprometerán a no limitar unilateralmente el volumen de tráfico, las frecuencias o regularidad de los servicios, el tipo de las aeronaves, salvo cuando sea estrictamente necesario por razones aduaneras, técnicas o ambientales.
Además permite que las empresas celebren acuerdos de código compartido, espacios bloqueados u otros acuerdos de comercialización cooperativa con otras empresas aeronáuticas.
También se permitirá a las líneas aéreas autorizadas el derecho a llevar a cabo transporte aéreo no regular internacional hacia y desde cualquier punto o puntos del territorio del país vecino. Ya sea, directamente o con escalas en la ruta, ida o ida y vuelta. Y se autorizan los vuelos chárter con varios puntos de destino.
Los alcances del acuerdo con Brasil
Argentina firmó el 13 de marzo último un acuerdo bilateral con Brasil, que involucró a la Cancillería, la Secretaría de Transporte y la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC). Por ese convenio se eliminaron las limitaciones vigentes a la cantidad de vuelos entre ambos países.
Hasta ahora existía un sistema de reciprocidad por el cual ambos países estaban obligados a ofrecer la misma cantidad de vuelos. A partir de este acuerdo, no se podrán limitar unilateralmente los vuelos ni las frecuencias, tampoco se podrá cuestionar la regularidad del servicio o plantear exigencias restrictivas sobre el tipo de aeronaves utilizadas.
Según los acuerdos bilaterales entre Argentina y Brasil, el límite actual está fijado en hasta 170 vuelos semanales por país. Pero la cantidad de vuelos en la actualidad está por debajo de esa cifra, por lo que la eliminación de límites no tendría un efecto visible al menos por ahora.
Según informó el sitio Aviación News, en enero de 2024, durante el pico de la temporada de verano, las aerolíneas Gol y Latam operaron 143 vuelos semanales desde Brasil hacia Argentina.
En tanto que Aerolíneas Argentinas, Flybondi y JetSmart operaron 148 vuelos semanales durante la temporada de verano, frente a los 135 de 2019, cuando sólo operaba la empresa estatal.