El Gobierno Nacional ha decretado la actualización del Impuesto a la Transferencia de Combustibles Líquidos (ICL) y del Impuesto al Dióxido de Carbono (IDL), medida que se implementará desde el 1° de junio. Esta decisión implica un aumento en los precios de la nafta y el gasoil, aunque la suba más fuerte se daría en julio cuando se traslade el total de los hechos imponibles que se perfeccionen en ese período.
Mediante el Decreto 466/2024 (ver al pie), publicado hoy en el Boletín Oficial, se establecieron los nuevos montos del ICL: $10,121 para la nafta y $8,245 para el gasoil, con un adicional de $4,464 para el gasoil por el “incremento monto fijo actualizado del gravamen – tratamiento diferencial”. El Impuesto al Dióxido de Carbono también se ajustará, agregando $0,619 a la nafta y $0,935 al gasoil.
Para el caso de la nafta súper en CABA, el aumento en el precio final sería de 1,23 %; para la premium 1 %; el gasoil común, 1.49 % y el Grado 3, 1.17 %. No obstante, resta aun saber si las compañías petroleras trasladarán también algún porcentaje adicional, respondiendo al incremento de sus costos, relacionados con la devaluación del peso, la suba de los biocombustibles y la inflación.
De acuerdo al decreto y bajo el supuesto de que en junio la nafta solo sube su precio por el traslado del tributo, en julio la nafta súper escalaría 18,5 por ciento. Resulta importante aclarar que, si la nafta aumenta antes del primero de julio por otros motivos que no sean la suba del impuesto de monto fijo, este porcentaje de incremento se verá disminuido.