Días atrás se practicó una cirugía pediátrica de reemplazo de raíz aórtica con preservación de la válvula y reimplante de coronarias. Se trató de una intervención inédita en la Provincia y estuvo a cargo del cirujano Javier Cornelis, quien es pampeano y se desempeña en el área de Cirugía Cardiovascular Pediátrica del Hospital Garrahan, junto a un equipo híbrido de trabajo.
Si bien en esta oportunidad se trató de una cirugía inédita para La Pampa, cabe destacar que en el Complejo Molas-Favaloro desde hace varios años se llevan a cabo cirugías cardiovasculares de elevado nivel de complejidad, superando un total de 300 cirugías de esta especialidad pediátrica realizadas, merced a una labor planificada y la incorporación de infraestructura, equipamiento, y el excelente nivel de los equipos que forman parte de este Complejo Hospitalario.
En relación a esta cirugía en particular, el profesional médico explicó que se practica en pacientes que tienen dilatación aneurismática de la raíz aórtica, lo cual conlleva a un riesgo alto de rotura o disección, por ese motivo necesita ser tratada, “se reseca la pared enferma de la aorta, que está alrededor de la válvula (preservando la misma) Se la reemplaza por un tubo protésico y luego se sutura toda la válvula por dentro del tubo, dejándola en la posición que estaba; finalmente se reimplantan las coronarias en ese mismo tubo”.
Mejor opción
El reemplazo de toda la raíz aórtica con una válvula protésica (técnica que se practica habitualmente en adultos mayores), requiere que el paciente esté anticoagulado de por vida. “En Pediatría tratamos de evitar la utilización de válvulas mecánicas, porque estas no acompañan el crecimiento del niño y porque es particularmente riesgoso que un niño permanezca anticoagulado el resto de su vida. Esta cirugía lo que logra es evitar la anticoagulación, se llama Tirone-Davis, es un reemplazo de raíz aórtica con preservación de la válvula. El procedimiento fue exitoso, la paciente evolucionó muy bien” agregó el profesional.
La paciente en menos de una semana estuvo de regreso en su casa, y en este sentido también representa una enorme satisfacción para el equipo médico pampeano, “tuvo una muy buena recuperación, sigue con controles post-operatorios de rutina, está cicatrizando y muy bien”, añadió el cirujano pediátrico, quien es pampeano y además de trabajar en el Hospital Garrahan realiza estas prácticas en el Lucio Molas desde el año 2006, producto de un programa de crecimiento progresivo en cuanto a la complejidad, que también llevó al entrenamiento de las personas involucradas en los procesos.
Equipos híbridos
Con el objetivo de desarrollar la alta complejidad en su más alta expresión, en forma dinámica y progresiva, es que se posibilita la conformación de equipos híbridos de trabajo, los cuales están formados por profesionales ampliamente calificados del hospital provincial y especialistas de excelencia en la materia que provienen de otros puntos del país.
La conformación de estos equipos híbridos permite evitar derivaciones de pacientes, las cuales presentan un costo social por el desarraigo y el traslado de las familias.
También favorece al intercambio y transferencias de conocimientos entre los profesionales, buscando consolidar de este modo el funcionamiento del René Favaloro, el cual cumple con todas las normas de calidad exigibles.
300 cirugías en La Pampa
De 2006 a 2011 se hacían prácticas de baja complejidad, pero con la donación de una Bomba de circulación extra corpórea en el 2011 (máquina corazón-pulmón artificial), la cual fue donada del Garrahan al Lucio Molas, se comenzaron a realizar cirugías de complejidad media-alta.
La bomba extracorpórea permite continuar con la circulación sanguínea en el cuerpo mientras se trabaja con el corazón, lo que permite parar este órgano durante un tiempo a fin de ejecutar las correcciones necesarias en el mismo.
El equipo de trabajo que acompaña y viaja con Cornelis está compuesto por un anestesiólogo, un ayudante y el perfusionista (a cargo de la bomba); a quienes se suman profesionales y trabajadores del complejo hospitalario Molas-Favaloro, en cada operación. En este sentido el cirujano destacó “es un orgullo trabajar con este equipo interventor, no hablo solo de los profesionales que están durante la cirugía, sino también quienes acompañan a los pacientes en su recuperación. Un equipo de personas con un elevadísimo nivel de empatía, calidad humana y profesionalidad”.
Respecto a la necesidad de equipamiento de alta tecnología para hacer el diagnóstico y seguimiento, realizado por los cardiólogos, Cornelis dijo: “de este proceso siempre participan el doctor Carlos Vallejo y la doctora María Gabriela Rossi. Ellos en esta oportunidad realizaron un eco-cardiograma transesofágico una vez que terminamos la cirugía, para tener control intraoperatorio del correcto funcionamiento de la válvula, lo cual es sumamente importante. Son muy pocos las instituciones públicas en el país que cuentan con estas herramientas y La Pampa lo tiene”.
Alta complejidad
La decisión política del gobernador Sergio Ziliotto, quien desde el inicio de su gestión señaló como prioridad la salud de pampeanas y pampeanos, fue crucial para poder crecer en cuanto a complejidad y hacer posible la realización de cirugías inéditas en la provincia.
Es importante destacar que desde hace unos 5 años en La Pampa se realizan cirugías de muy alta complejidad, en pacientes recién nacidos, con cardiopatías graves, re operaciones, y otras específicas, como ésta última, que requieren mucho entrenamiento y personal capacitado.
“Más del 90% de los pacientes que se presentan con cardiopatías congénitas que son de la provincia de La Pampa, los operamos en La Pampa”, informó con orgullo el profesional, agregando que se trata de un enorme beneficio para la comunidad porque cuando un paciente pediátrico se tiene que operar del corazón, fuera de los límites de la Provincia, “implica que la familia tenga que desplazarse, y no son dos o tres días porque el paciente se tiene que recuperar en el lugar donde se operó, y eso es más o menos un mes donde la familia tiene que acompañarlo. Por otro lado, la mayoría de las veces se necesitan dadores de sangre y hay que conseguirlos, y ni hablar lo que representa para la familia tener que dejar de trabajar por largos períodos de tiempo, con la situación actual en la que vivimos”.
“Los resultados en el Favaloro son casi idénticos a los del Hospital Garrahan, que es el mejor lugar de Argentina por casuística. Esto es muy difícil de conseguir y de gran importancia para la comunidad pampeana, en pos del éxito y la seguridad en el tratamiento de los niños con cardiopatías congénitas” señalo el cirujano.
Orgullo
“En lo particular es un orgullo porque es devolverle un poco a la Provincia en la que nací y me crié, todo lo que pude aprender en mí profesión. Yo a La Pampa y a mí Winifreda querido las llevo siempre a todos lados, siempre me escucharán hablar de mi tierra. Me gusta mucho poder volver a La Pampa, tengo a mis familiares ahí, aprovecho para visitarlos. Desarrollar esto en La Pampa es un orgullo, le pongo mucha energía”, agregó.
A modo de cierre hizo particular hincapié en el apoyo del Gobierno provincial y del Hospital, “siempre fue incondicional, nunca me excedí en los pedidos, pero cada vez que pedí algo tuve respuestas positivas así que muy agradecido con esa situación también. Con el nuevo hospital nos compraron equipamiento de última tecnología, tenemos una bomba de circulación extracorpórea de última generación y otros equipamientos de avanzada, para nosotros es un avance espectacular, nos ayuda un montón y sobre todo ayuda al paciente para que las cirugías se resuelvan con éxito. Cuando uno tiene las herramientas para hacer lo que sabe hacer el margen de error se achica al mínimo, el Favaloro es un hospital de excelencia”.