El juez de Control Diego Ambrogetti ha condenado a un hombre de 32 años a una pena de prisión en suspenso, tras demostrarse que golpeó a su expareja con un palo de hockey y rompió su celular.
El incidente ocurrió el 3 de diciembre de 2023 en Ingeniero Luiggi, durante una discusión de pareja. La víctima descubrió mensajes de una exnovia en el celular del condenado y, en un arrebato de enojo, rompió el dispositivo, lo que desató la ira del hombre, quien la sometió a una violenta golpiza.
La denunciante intentó defenderse con un palo de hockey, pero el agresor se lo arrebató y la golpeó en la espalda, piernas, cabeza y cara, causándole un corte profundo y dejándola casi inconsciente. Además, el condenado rompió un televisor en la habitación y luego arrojó el celular de la mujer al piso, destruyéndolo.
La víctima, tras lograr ponerse de pie, intentó detener los destrozos, pero fue nuevamente golpeada en la cama de la habitación. Sin poder moverse, pidió ayuda al agresor, quien finalmente escapó de la casa por una ventana.
En el hospital de Ingeniero Luiggi, se certificaron lesiones en la cabeza, piernas, espalda y rostro de la mujer, incluidas suturas por un corte profundo.
Juicio abreviado
La fiscala Andreina Montes investigó el caso y llegó a un acuerdo de juicio abreviado con la defensora oficial Soledad Forte, con el reconocimiento de los hechos por parte del acusado. El acuerdo estableció una pena de seis meses de prisión en suspenso por los delitos de “lesiones leves agravadas por haber sido cometidas contra una persona con la que mantiene o mantuvo una relación de pareja” y “daño simple”.
El fallo del juez Ambrogetti incluyó, además, una serie de reglas de conducta que el condenado debe cumplir durante dos años: fijar domicilio, someterse al ente de políticas socializadoras y a la Unidad de Abordaje, Supervisión y Orientación para personas en conflicto con la ley, la restricción de acercamiento, comunicación y contacto con la víctima y sus lugares habituales, y el cese de todo acto de perturbación hacia su expareja.
Fuente: El Diario