La caída de los precios internacionales también complica el escenario de las empresas que exportan.
En el primer semestre del año las ventas de productos lácteos cayeron 17,3% y se profundiza la primarización del consumo, es decir que aquellos productos con mayor valor agregado como quesos, postres y yogures son los que menos se están vendiendo ante la caída del poder adquisitivo de la población. Una situación que atenta directamente contra la rentabilidad de la industria láctea y de las empresas que arrastran hace años un mercado a la baja.
Según los datos concretos del Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA), las ventas de lácteos en el mercado presentaron para el mes de junio de un volumen 12,7% inferior al mes pasado y en litros de leche equivalente cayeron un 11,5% en la comparación total mensual y un 8,5% en el promedio diario.
A su vez, en la comparación interanual (jun/24 vs jun/23) se evidenció una disminución en volumen del 23,5%. Mientras que el acumulado del primer semestre del año muestra una caída del 17,3% en volumen de productos y del 14,4% en litros de leche equivalentes.
“Puede observarse, analizando por grupo de productos, una caída muy importante en todos los rubros, en el que quesos lleva la menor reducción en litros equivalentes. Los productos de mayor valor agregado y unitario como quesos de pasta muy blanda, quesos rallados, leches saborizadas, yogures, flanes y postres presentaron una gran caída asociada a las subas de precios y al retraso en el poder adquisitivo del sector medio de la población que demanda en mayor cuantía estos productos”, detalla el último informe del OCLA.
Este contexto golpea directamente a las empresas que están en un segmento de negocios cada vez menos rentable y con el consumo doméstico lejos de despegar luego de años de caída de consumo y todavía aún más pronunciado en el primer semestre. En este marco, desde OCLA hacen un llamado de atención: “escenarios como el actual donde hay un fuerte deterioro de los ingresos reales de la población, hacen que proliferen las ventas informales, que obviamente ninguna estadística puede registrar, y además han crecido fuertemente productos que por precio sustituyen el consumo de lácteos, como rallados, bebidas con lácteos, margarinas y otros similares”.
Mientras tanto, teniendo en cuenta la menor demanda en el mercado interno, muchas empresas comenzaron a crecer en exportaciones pero lo cierto es que ese segmento de negocios tampoco está en su mejor momento y así lo explica el OCLA: “La queda en los precios internacionales y el fuerte deterioro del tipo de cambio, hacen peligrar el destino externo de la producción, sumado a que la producción no sólo se viene recuperando en términos interanuales, sino que también está en el ciclo estacional creciente hasta octubre/noviembre. Por lo tanto, hay que prestar mucha atención al frente interno. Es fundamental que continúe el proceso de convergencia de los precios de los productos lácteos (estabilización) en el mercado interno con la suba de salarios (incremento del poder adquisitivo) para que no se genere una sobre oferta en el mercado doméstico en los próximos 5 meses”.