En la última década se multiplicaron los litros producidos para consumo interno y exportación. El segmento tiene una dinámica propia, pese a la caída general de ventas de la industria vitivinícola.
El mercado de los vinos orgánicos en Argentina sigue en expansión sostenida y registró un fuerte crecimiento en la última década. Las nuevas tendencias de consumo, tanto global como local, aceleraron la adaptación de los procesos de la industria para acceder a un segmento del negocio que puede generar mayores ingresos.
En 2014, para el Mercado interno se destinaban sólo 4.428 litros de vino orgánico certificado, según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura.
Ahora, 10 años después, el último informe del INV detalla que se destinan al consumo en Argentina un total de 1.520.626 litros.
Otro dato que refleja el crecimiento de este segmento de la industria es que en 2014 había 59 productores certificados de uva orgánica en Argentina. En 2024, se registraron más de 140 establecimientos a los que ingresaron uva orgánica.
Del total de uva cosechada en 2023, 564.996 quintales corresponden a uva orgánica, lo que representa un 3,9% del total.
En el Mercado Externo, en 10 años el crecimiento en exportación de vinos orgánicos aumentó un 27%: pasó de 6.707.480 de litros en 2013 a 8.533.683 litros en 2023.
El mayor aumento de las exportaciones de vinos orgánicos se dio en el mercado de Estados Unidos, el cual pasó de 585.322 litros en 2013 a 1.374.420 de litros en 2023, lo que representa un aumento del 135%.
Además, el vino es actualmente el segundo producto orgánico argentino exportado de origen vegetal, luego del azúcar de caña.
Mendoza es la provincia con mayor cosecha de uvas orgánicas certificadas, seguido por La Rioja y tercero San Juan.
Los nuevos consumidores valoran la sustentabilidad
El nuevo perfil del consumidor de vinos está orientado hacia la defensa de la producción sustentable. Surgieron conceptos y propuestas nuevas que superaron la categoría de vino orgánico. Ahora se habla también de vinos biodinámicos certificados, vinos naturales y con Comercio Justo.
La Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) junto al equipo técnico y docente de la Maestría en Responsabilidad Social y Desarrollo Sostenible de las Facultades de Ciencias Económicas y Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo, Mendoza) desarrollaron la Guía de Autoevaluación Sostenibilidad Vitivinícola Argentina.
De allí surgen lineamientos que delimitan el concepto de sostenibilidad, que debe integrar aspectos ambientales, sociales y económicos. Por ejemplo, la vitivinicultura sostenible respeta el ambiente, es sensible a los aspectos sociales y culturales, pretende mantener la viabilidad económica respetando estos parámetros mediante la planificación y la evaluación de sus procesos productivos.
Para calificar como vino orgánico hay que pasar el filtro de las entidades certificadoras. La regla es estricta. Permite el uso de productos químicos pero que no sean de síntesis ni de organismos genéticamente modificados. Además, ponen el foco en la biodiversidad, que incluye también que el packaging sea reciclable o reciclado, menor consumo de vidrio, menor uso de pinturas en cajas y etiquetas, entre otras cosas.
En cuanto a la elaboración de vinos biodinámicos es necesario contar con una certificación internacional, proceso que demanda al menos tres años ya que entre otras cosas, exige como paso previo la certificación orgánica.
La premisa para calificar en esta categoría superior es producir y elaborar los vinos sin el uso de productos externos, ya que la regla de la biodinámica indica que las áreas de producción tienen que generar por sí mismas todo lo que necesitan para su funcionamiento.
Una feria de vinos orgánicos con todas las propuestas
Las variantes de vinos orgánicos, naturales y biodinámicos que se producen en Argentina son muchas, aunque no todas son igual de conocidas. Las principales bodegas tienen algún producto con estas características dentro de su oferta habitual de vinos. Pero hay otras cuya producción cumple 100% alguna de las condiciones de sustentabilidad.
En los próximos días, la gran mayoría de estas bodegas participará de la mayor feria de vinos orgánicos y sustentables de Argentina. Se trata de la 10 edición de VIOS (Vinos orgánicos y sustentables) que se realizará entre el viernes 9 y sábado 10 de agosto, en el Panamericano Buenos Aires Marriott Hotel.
Organizada por los emprendedores locales Juan Pino y Francisco Barreiro, la feria dona parte de los ingresos a la Fundación Espacios Verdes, para sus programas de Educación Ambiental.
Las bodegas que participan con sus vinos orgánicos y sustentables son: Alpamanta, Altos las Hormigas, Andeluna Wines, Ánimal Organic Vineyard, Bodega Argento, Caligiore, Canopus Vinos, Chakana Wines, Che Vins, Concepción, Cooperativa La Riojana, Cruzat, Domaine Bousquet, Durigutti Family Winemakers, Equilibrio Imperfecto Wines, Familia Cecchin, Familia Salas Organic Estate, Felix Enrique 1931, Fin del Mundo, Finca Cosmos, Finca Sophenia, Kaiken Wines, Lala Lá Wine, Montes Wines, Malma Wines, Mara de Uco, Mariela Ardito Winemaker, Ojo de Agua, Piedra Negra, Saint Rose, San Huberto, Santa Julia, Stutz Vinos, Susana Balbo Wines, Tilia, Veteris Conventus, Vilarnau, Vinecol, Vinos Barroco, Yacoraite, entre otras.
“Nuestro propósito es ampliar la comunicación de los vinos sustentables, trabajando en conjunto con las bodegas argentinas que optan por un sistema de producción amigable y responsable con el medio ambiente, a través de la producción orgánica, biodinámica, comercio justo y otras iniciativas innovadoras”, explicó Barreiro.
Los vinos premium resisten mejor la crisis económica
El crecimiento del mercado de vinos orgánicos es parte de la “premiurización” que viene experimentando el consumo de vinos en Argentina y en el resto del mundo.
Dentro de un marco general de consumo, sólo están resistiendo algunas categorías muy específicas asociadas a productos de muy alta gama, con precios elevados. Si bien por el impacto de la crisis inflacionaria que atraviesa la Argentina hubo un desplazamiento hacia segundas marcas en muchos productos de consumo de primera necesidad, esto se notó menos en el caso del vino premium.
Según datos del INV, en el primer semestre de 2024 se registró una caída del 4,6% en la comercialización de vinos al mercado interno, comparado con el mismo período del año anterior.
Las ventas del vino tinto disminuyeron 4,6% y del blanco bajaron 4,7%. Si se compara la variación de ventas de junio respecto a mayo la caída es del 13,3%.
El informe del Instituto Nacional de Vitivinicultura del primer semestre de este año respecto de 2023, muestra una caída del 4,7% en la venta de vinos sin mención varietal. Los varietales no cayeron, igualaron con 0,4%. Los espumantes recibieron el peor impacto, ya que en el primer semestre su consumo retrocedió 39,6%.
Al analizar las ventas en el primer semestre 2024 contra el mismo lapso de 2023, según el tipo de envase, cayó 4,2% la venta de vino en botella.
Los vinos de 651 a 750 cm3 bajaron 5,1% y las botellas de un litro y litro y medio se derrumbaron 8,2%.
El Tetra brik cerró con una baja 1,5% comparado con 2023, la damajuana se vendió mucho menos, con una baja del 33,4%.