Crocs, la empresa de calzado, alcanzó ingresos por u$s1.100 millones. La firma nació en 2002 y logró consolidarse como un ícono por su comodidad.
Crocs Inc. anunció un aumento de su facturación del 3,6%, hasta los u$s1.100 millones, en el segundo trimestre, gracias al aumento de ventas directas (DTC), especialmente a escala internacional, logrando así un nuevo récord en sus ingresos.
Por marcas, los ingresos de Crocs aumentaron un 9,7%, hasta los u$s914 millones, gracias a las mejoras tanto en DTC como en ventas al por mayor. Por regiones, los ingresos en Norteamérica aumentaron un 3%, hasta los u$s489 millones, y los ingresos internacionales crecieron un 18,7%, hasta los u$s425 millones.
En el trimestre, los ingresos netos se situaron en los u$s212 millones, frente a los u$s229 millones del periodo anterior.
“Hemos obtenido unos resultados récord en el segundo trimestre, tanto en ingresos como en beneficios, que han superado nuestras previsiones en todas las métricas empresariales”, anunció Andrew Rees, director general de Crocs Inc.
“La fortaleza del trimestre estuvo liderada por nuestra marca Crocs, que obtuvo un crecimiento excepcional a nivel internacional. En lo que respecta a HeyDude, estamos llevando a cabo mejoras para respaldar la salud de la marca a largo plazo y estamos centrados en impulsar la popularidad de la marca intensificando las actividades de marketing en la segunda mitad del año”, añadió la ejecutiva.
De esta manera se consolida el crecimiento de la empresa de calzado informal que luego de afrontar una compleja crisis en 2008 logró resurgir de la mano de asociaciones con distribuidoras internacionales y marcas registradas para lanzar al mercado productos de edición limitada, entre otras cuestiones.
La historia de la marca
La historia de Crocs se remonta a un viaje en barco en el Caribe. Scott Seamans, Lyndon “Duke” Hanson y George Boedecker, tres amigos y empresarios, estaban buscando una solución para el calzado náutico. Necesitaban algo que fuera resistente al agua, antideslizante y cómodo para usar en un barco. Durante ese viaje, Seamans descubrió un material llamado Croslite, desarrollado por la empresa canadiense Foam Creations. Este material era ligero, flotante, y ofrecía una comodidad excepcional, características ideales para el calzado que tenían en mente.
Inspirados, decidieron crear un zapato que pudiera resistir las condiciones húmedas y resbaladizas de la navegación. Así nació el primer par de Crocs, conocido como “The Beach”. Fue presentado en la Feria Náutica de Fort Lauderdale en 2002, y para sorpresa de muchos, el zapato fue un éxito rotundo, vendiendo los 200 pares disponibles en ese primer día. A partir de ese momento, Crocs comenzó su ascenso meteórico.
A lo largo de los años, Crocs pasó de ser un simple calzado náutico a un fenómeno de moda masiva. Su comodidad y diseño peculiar los hicieron populares entre trabajadores de la salud, chefs, y otras profesiones que requerían estar de pie durante largos periodos de tiempo. Sin embargo, la popularidad del zapato también generó controversia. A medida que más personas comenzaron a usarlos fuera de su entorno original, surgieron debates sobre su estética. Algunos los consideraban extremadamente feos, mientras que otros defendían su practicidad y comodidad.
En 2006, la compañía dio el salto a la bolsa. En ese momento, Crocs estaba en la cima de su popularidad, con ventas en más de 40 países. Sin embargo, no todo fue un camino de rosas. A medida que la moda cambiaba y la burbuja de popularidad de Crocs comenzaba a desinflarse, la empresa enfrentó dificultades financieras. En 2008, la compañía reportó pérdidas de más de u$s200 millones y tuvo que despedir a una gran parte de su personal. El futuro de la compañía parecía incierto.
Resurgimiento
A pesar de los tiempos difíciles, Crocs logró resurgir de sus cenizas. La clave de su éxito fue la adaptación. En lugar de apegarse a sus modelos originales, la compañía comenzó a diversificar su línea de productos, introduciendo nuevas versiones de su calzado icónico y colaborando con diseñadores de moda y celebridades. Estas colaboraciones, como la realizada con Balenciaga en 2017, ayudaron a cambiar la percepción de la marca y la reposicionaron en el mundo de la moda.
Otra estrategia crucial fue el enfoque en la personalización. Los “Jibbitz”, pequeños accesorios que se pueden colocar en los agujeros de los Crocs, se convirtieron en un éxito entre los consumidores más jóvenes. Esta capacidad de personalización permitió a los usuarios expresar su individualidad a través de su calzado, haciendo que Crocs se mantuviera relevante en una era de moda rápida y cambiante.
Ícono cultural
Hoy en día, Crocs no es solo un calzado, sino un ícono cultural. Estos zapatos de goma han sido objeto de memes, mencionados en canciones, y usados por celebridades y personas comunes por igual. Su impacto va más allá de la moda; representan una declaración de comodidad y, para muchos, un rechazo a las normas tradicionales de estilo.
Además, Crocs supo capitalizar este estatus cultural. La compañía lanzó diversas ediciones limitadas que se agotaron en minutos, y cultivó una base de fans leales que aprecian tanto su comodidad como su estética única.