La historia de Trouble, la perrita dueña de una multimillonaria fortuna que perdió gran parte por culpa de la justicia

La mascota heredó millones de dólares, llevaba una vida de lujo, sus platillos eran preparados por un chef y contaba con servicios de seguridad. Trouble era uno de los animales más ricos del mundo por heredar una fortuna valuada en 12 millones de dólares. La perrita recibió el patrimonio al fallecer su dueña, la magnate hotelera Leona […]

La mascota heredó millones de dólares, llevaba una vida de lujo, sus platillos eran preparados por un chef y contaba con servicios de seguridad.

Trouble era uno de los animales más ricos del mundo por heredar una fortuna valuada en 12 millones de dólares. La perrita recibió el patrimonio al fallecer su dueña, la magnate hotelera Leona Helmsley en 2007. El legado de la multimillonaria generó diversas disputas legales entre sus allegados por el dinero que la estadounidense había dejado.

El testamento de la empresaria de Nueva York también dejó claras indicaciones sobre el cuidado de Trouble. En él se describía su dieta a base de pollos, zanahorias, espinacas y pescados que eran preparados por un chef. Sus platillos eran servidos en vajillas de porcelanas o de plata. Se estima que los gastos de la mascota ascendían a 100.000 dólares al año. Además, contaba con personal de seguridad por las amenazas de muerte y secuestros que había recibido.

La mascota de la exitosa empresaria vivía como una jubilada de lujo en Florida. Ella se encontraba en uno de los hoteles de su exdueña en el Helmsley Sandcastle, de cinco estrellas. El vocero oficial de Helmsley, Eileen Sullivan, informó que la perrita vivió hasta sus 12 años. Esta edad se asemejaría a los 84 años humanos, según las creencias populares, y se acercarían a los 87 que llegó la multimillonaria.

La historia de Trouble, la perrita multimillonaria que heredó la fortuna de su dueña Leona Helmsley

The Mirror

El portavoz de la familia informó que Trouble falleció el 13 de diciembre de 2010, sus restos fueron cremados y se resguardan en un lugar importante para su familia. Además, se conoció que la fortuna que había recibido el animal fue donada a el Fondo Caritativo de Leona M. y Harry B. Helmsley.

La riqueza de la perrita fue diezmada en su gran parte por indicaciones de la justicia. Entre las disputas que se generaron tras el legado de Leona Helmsley, un juez de Nueva York sentenció que la mascota era mentalmente incapaz de manejar la suma de 12 millones de dólares. Su veredicto hizo que su fortuna se reduzca a 2 millones de dólares y el resto de la misma fue otorgada a dos de los nietos de la empresaria hotelera y otras entidades caritativas.