Racing de Chivilcoy le ganó 88-76 a San Isidro de San Francisco y se consagró campeón de la Liga Argentina. La Academia sacó su pasaje a la Liga Nacional de Básquet con este campeonato, luego de tres temporadas intentando ascender y en su segunda final consecutiva. El Rojo apretó sobre el final del juego y logró acercarse al local, pero la dominancia de los comandados por D’Ambrosio era tal, que la visita no logró darlo vuelta o emparejarlo. El MVP del quinto partido y de las finales fue Lucio Reinaudi, que hoy tuvo 22 de valoración.
El cotejo en suelo bonaerense, lo dominó Racing de principio a fin. Los dirigidos por Diego D’Ambrosio fueron superiores a San Isidro en todo aspecto, con un 53% de acierto en todos sus tiros intentados (32 de 60 embocados), consiguieron distanciarse. Ya en el primer cuarto la diferencia entre el local y la visita era de doble dígito, gracias en gran parte al aporte de Lucio Reinaudi, la figura del juego y MVP de las finales. El exterior cordobés sumó a los de Chivilcoy con 15 puntos, siete rebotes, cuatro asistencias y cuatro recuperaciones.
Tal fue la ventaja que tenía Racing sobre San Isidro en cancha, que consiguieron sacarle 21 unidades a su favor en el marcador. El equipo sanfranciscano intentaba reponerse, en su mayoría conseguían convertir por errores no forzados que cometían los de D’Ambrosio en su defensa. Sin embargo, la Academia se retiró al descanso ganando por 13 tantos y con un parcial de 49-36.
Siguiendo con su táctica, Racing, nuevamente rompió la barrera de las 20 conversiones de distancia con los comandados de Sebastián Porta. Pero los aires de relajo que tenía el equipo bonaerense, rápidamente se esfumaron, porque San Isidro peleaba y consiguió apretar el marcador. Los cordobeses llegaron a reducir el doble dígito de diferencia, lo cual llenó de preguntas a la Academia.
Lo mejor del juego del Rojo, pasó por las manos de Lautaro Mare, que aportó un doble doble de 13 puntos, 10 rebotes y cuatro asistencias. Sin embargo, la intensidad del alero ex-Ferro se retiraría de la cancha por alcanzar las cinco faltas y poco a poco, San Isidro se caería. Nuevamente Racing consiguió imponerse y finalmente llegó lo esperado por tantos años, una victoria por 88-76, en un quinto juego, y el ascenso a la Liga Nacional de Básquet.