Sin sobresaltos y aprovechando todo lo bueno que hizo en la altura de Quito una semana atrás, Boca se metió en la semifinales al igualar sin goles ante la Liga Deportiva Universitaria, a quien había vencido 3-0 en Ecuador.
Cumplido el trámite por la Libertadores y mientras espera rival para la serie que se viene, ahora el Xeneize, se meterá de lleno en lo que sucederá el domingo por la Superliga, en el primero de los hipotéticos tres superclásicos que se avecinan.
La amplia ventaja lograda por Boca en la altura de Quito influyó en el juego anodino que se dio en buena parte del encuentro. El trámite fue perdiendo condimentos con el correr de los minutos, luego de un comienzo aceptable del equipo de Gustavo Alfaro.
La peligrosidad de Wanchope Ábila se hizo presente en La Bombonera. A los 7’ el delantero metió un remate cruzado al palo izquierdo que se fue apenas ancho, y casi de manera consecutiva dos tiros de esquina fueron conectados por Lisandro López, pero en ambos casos los cabezazos no tuvieron la dirección adecuada.
Boca insinuaba, pero al partido le faltaba intensidad, mientras que en las tribunas la gente cantaba por el superclásico del próximo domingo ante River.
Los ecuatorianos en tanto, se fueron animando de a poco y tuvieron una posibilidad clara cuando Ayoví le ganó las espaldas a los zagueros centrales, aunque su disparo salió mordido ante el achique del imbatible Esteban Andrada.
A falta de fútbol y situaciones, la atención se enfocó en la grave fractura de tobillo que sufrió Cristian Cruz, luego de desviar un remate de Carlos Tevez con destino de gol. Antes del final de la etapa, Boca se quedó sin el Toto Salvio (lo reemplazó Villa) a causa de una fuerte contractura. Si bien la molestia no sería importante, Alfaro decidió la salida del volante pensando en lo que viene: el duelo con River por la Superliga.
El mismo camino siguió Wanchope Ábila en los primeros minutos del complemento, cuando acusó una molestia en el isquiotibial después de un pique al área. Franco Soldano lo reemplazó a los 10’.
Hubo una chance clara cuando Tevez habilitó a Villa y el remate del colombiano se estrelló en el travesaño, pero a medida que iban pasando los minutos decididamente Boca empezó a meterse en el superclásico y en no perder más jugadores por fatiga.
Alfaro mandó a la cancha a Danielle de Rossi, quien hizo su estreno en la Libertadores, y sacó a Capaldo, cada vez más afianzado en el mediocampo.
De ahí en más sólo hubo que esperar que se consuma el tiempo. Si bien los partidos hay que jugarlos, la serie ya había quedado definida en Quito. ¿Se viene ahora el tiempo de revancha? Hoy en Asunción estará la respuesta.