Oleksandr Usyk derrotó por decisión dividida de los jueces a Tyson Fury en el Kingdom Arena de Riad, Arabia Saudita y se quedó con el reinado absoluto de los pesos pesados 24 años después que Lennox Lewis se consagrara en las cuatro entidades: la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), el Consejo Mundial de Boxeo (CMB), la Federación Internacional de Boxeo (FIB) y la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
Usyk comenzó imponiéndose en la pelea y conectando duros golpes con su izquierda, logrando ser protagonista en los primeros rounds. Sin embargo, en el cuarto asalto Fury tuvo su momento: comenzó a defenderse mucho mejor y ahogó a su riva, que no le podía aguantar el ritmo.
No fue hasta el octavo round que el ucraniano volvió a mostrarse fuerte y comenzó a hacer la diferencia ante un británico que ya se lo notaba muy cansado. Una asalto después fue el decisivo cuando un golpe hizo tambalear a Fury y solo se salvó de caerse gracias a las cuerdas.
Atacó por todos lados y en un momento del combate estuvo cerca de noquear al britáico, que quedó tambaleando y le contaron una caída. Fury intentó lograr la hazaña y llegar con un golpe milagroso que revirtiera la derrota, pero solo pudo resistir a que terminara el combate.
Finalmente, Usyk fue proclamado como ganador por decisión dividida (115-112, 114-113 y 113-114) y se convirtió en el nuevo campeón absoluto de los pesos pesados.