Boca llegó anoche a Bolivia y pasó la noche en Santa Cruz de la Sierra palpitando el partido clave ante Always Ready en La Paz. La gran novedad de ayer fue que el mismísimo Juan Román Riquelme acompañó a la delegación, algo que solo suele hacer en ocasiones especiales.
Como era de esperarse, el plantel azul y oro fue muy bien recibido en el país vecino y el cariño para el máximo ídolo de la historia del club no podía faltar. El vicepresidente recibió el calor del público y les devolvió un saludo a cada uno. Más tarde hubo otro gesto que vale la pena resaltar.
Pasaron las horas y Boca tuvo tranquilidad para descansar, pero todavía quedaba un grupo de hinchas aguardando una foto o autógrafo de su referente. Por eso, después de la cena, el propio Román bajó hacia la puerta del hotel para firmar y cumplirle el sueño a todos los presentes.
Una vez más, el vicepresidente del club de la Ribera aprovechó su imagen para absorber la presión y sacarle el foco a los jugadores, algo que siempre es bienvenido en finales como la de este miércoles.