“Normalmente tendría mi chaleco salvavidas entre los asientos, pero mañana lo llevaré puesto”, se lo escucha decir a David Ibbotson. Reconoció que la aeronave tenía fallas antes de emprender el vuelo fatal con el futbolista.
A casi cuatro años de la trágica muerte del argentino Emiliano Sala, revelaron un audio que pone en el centro de los cuestionamientos al piloto, David Ibbotson, quien fue el encargado de trasladar al delantero desde Nantes (Francia) hasta Cardiff (Reino Unido), y advirtió que el avión sufría problemas.
“Estaba volando y luego ‘boom’. Pensé: ‘¿Qué pasa?’. Así que puse todo por delante y comprobé mis parámetros, todo estaba bien y seguía volando, pero me llamó la atención”, le comentó Ibbotson a un “amigo piloto” identificado como Kevin Jones, según reveló la cadena BBC.
En los audios que se dieron a conocer, el piloto señaló una frase profundamente estremecedora: “Normalmente tendría mi chaleco salvavidas entre los asientos, pero mañana lo llevaré puesto”. En el diálogo también deja entrever que el pedal del freno izquierdo no funcionaba correctamente y se sinceró: “Este avión tiene que volver al hangar”.
“Estoy en medio del Canal de la Mancha y ‘bang’”, le señaló, evidenciando que en el vuelo de ida rumbo a Nantes ya se habían identificado algunas señales de alerta. “Ese Malibú, tiene como una niebla de vez en cuando. Puedes sentirlo, muy, muy bajo en todo el fuselaje”, expresó.
Este audio se suma al que se filtró de Sala, quien en pleno vuelo demostró preocupación por la fragilidad del avión y anticipó el accidente que terminó con su vida por el mensaje que envió a un grupo de amigos a través de WhatsApp.
“Estoy acá arriba del avión, que parece que se está por caer a pedazos, y me estoy yendo para Cardiff loco. No sé, van a mandar a alguien a buscarme porque no sé si me van a encontrar. Pero ya saben. Papá… qué miedo que tengo”, relató el ex futbolista argentino.
Sala e Ibbotson se estrellaron cuando este se trasladaba de Nantes a Cardiff para convertirse en el fichaje más caro de la historia del Cardiff City, por una cantidad cercana a los 20 millones de euros. El cuerpo del delantero fue rescatado de entre el fuselaje del avión días después, pero el del piloto nunca fue encontrado.