Boca le ganó por 3-1 a Racing en un partidazo en La Bombonera, por la fecha 14 de la Liga Profesional. Así, dejó atrás cuatro encuentros sin ganar en el torneo local, justo para empezar a afilarse Superclásico con River en una semana a la que aún le falta la visita a copera a Colo Colo. Del otro lado, La Academia ya suma cinco sin victorias.
El vendaval que fue el Xeneize en el inicio quedó en la retina por su virulencia y por la sorpresa de la posición de Luis Advíncula, como volante ofensivo en vez de integrar la línea de fondo. A los tres minutos, un córner desde la izquierda y varios cabezazos derivó en un despeje de Gonzalo Piovi que le quedó por izquierda a Martín Payero, quien definió fuerte y con un desvío al segundo palo. A los seis, una contra que surgió justamente con una controversia entre Advíncula y Piovi -toda La Academia pidió falta pero el VAR no se la dio- terminó con Pol Fernández ajusticiando a Gabriel Arias.
En lo que siguió, el trámite decreció en intensidad futbolística pero la ganó en roces, quejas y polémicas. Recién en el descuento Arias debió aparecer para frustrarle el grito a Sebastián Villa. El complemento seguiría con la misma tónica, solo que empezó con dos chances, un cabezazo de Emiliano Insúa que tapó Sergio Romero y en la contra una chance perdida de Villa.
Después vendría una discusión fuerte por un planchazo de Valentín Barco que merecía roja pero el VAR perdonó. Y en un tumulto que inició una patada de Piovi a Luis Vázquez terminaron expulsados por Andrés Merlos Payero y Juan Nardoni, quien ciertamente poco había hecho. Enseguida, para más polémica hasta con sangre incluida, Villa cortó a Facundo Mura con un codazo.
A los 23 minutos, finalmente los de Fernando Gago alcanzaron el descuento, con una asistencia de Matías Rojas a Nicolás Reniero quien, sin llegar a pisar la medialuna, sacó un hermoso disparo al ángulo izquierdo de Chiquito. Pero contrariamente a lo que podía esperarse, la visita no logró crear más peligro sostenido, y el anfitrión se lo perdió sucesivamente con Villa (una vez se topó con su falta de puntería y dos con Arias).
Recién sobre el descuento, con más empuje que claridad, el de Avellaneda pretendió ir con todo por el empate, pero en una contra a los 44 el ingresado Miguel Merentiel quedó cara a cara con el arquero y selló el pleito con un tiro bajo. Y por fin no hubo más emociones, más allá de los cantos de las tribunas clamando que “el domingo, cueste lo que cueste…”.