El plantel de Boca volvió a las prácticas después de un par de días libres que le dio Fernando Gago debido a que no hubo torneo Apertura por las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial 2026 y el regreso tuvo un ausente: Carlos Palacios.
El futbolista chileno aprovechó el descanso para irse a su país y recién se reincorporará a los entrenamientos este martes. Si bien Boca no comunicó nada de manera oficial, habría avisado a la dirigencia que tenía algo que hacer en Chile y ésta se lo informó al cuerpo técnico.
En las últimas horas se había viralizado una imagen de Palacios en una fiesta junto a otro jugador de Boca, Aytor Costa, quien sí estuvo presente en el predio de Ezeiza.
Hasta el momento, desde la institución no dieron detalles respecto a si la situación estaba hablada o si Palacios se ausentó sin aviso, lo que podría derivar en alguna sanción disciplinaria de parte de Gago.
La imagen de Palacios que no había gustado en Boca
No es la primera vez que un viaje a Chile del mediocampista del Xeneize termina en imágenes que se publican en las redes sociales: hace apenas un par de semanas, también aprovechando los días libres que le dio Gago al plantel, cruzó la cordillera y decidió ir a ver al club de sus amores, Colo Colo.
Boca venció un viernes a Central Córdoba, la Joya se tomó un avión y se camufló con la barra del Cacique, apodada la Garra Blanca, para presenciar el triunfo contra Evertón por 2-0.
A pesar de que el mediocampista utilizó un pasamontañas para no ser reconocido, los medios locales lograron capturar su imagen en el estadio y rápidamente se viralizó en las redes sociales.
Si bien Palacios lo hizo en su día libre, la decisión no habría caído bien en Boca y ahora se suma esta nueva situación, la de ausentarse en la vuelta de los entrenamientos.
Confeso simpatizante del Xeneize desde que era un niño, Palacios surgió de las Inferiores del Colo-Colo y en su etapa como profesional disputó 77 partidos: convirtió 26 goles, dio 16 asistencias y salió campeón del torneo 2024, la Supercopa del mismo año y la Copa Chile 2023.
Luego de varios intentos fallidos, Boca logró comprarlo en enero pasado a cambio de 4,8 millones de dólares, el monto de su cláusula de rescisión.