El esperado regreso de Guillermo Barros Schelotto al fútbol argentino se vio opacado este viernes por una pobre presentación de Vélez, que pareció perder la memoria de la recuperación que había logrado con Marcelo Bravo y cayó por 1-0 en el José Amalfitani ante Deportivo Riestra, en otra noche de polémico arbitraje para Leandro Rey Hilfer.
El anfitrión arrancó con el 433 característico del DT mostrando movimientos interesantes con Álvaro Montoro y Maher Carrizo, cada uno por su lado, y fue el primero en amenazar con un cabezazo de Braian Romero que sacaron entre Ignacio Arce y el travesaño.
Sin embargo, en un lateral en ataque durmió la defensa, se escapó hacia el fondo derecho Antony Alonso y mandó un centro pasado que Jonathan Herrera conectó alto de cabeza para el primero de los de Gustavo Benítez en apenas nueve minutos.
El Fortín intentó reponerse pero empezó a chocar una y otra vez con el cerrojo visitante, entre presión y cortes constantes del juego merced a un arbitraje permisivo. Y nuevamente le afloraron viejos vicios, como las erráticas apariciones de Francisco Pizzini, los problemas en marcas y relevos y la falta de asociación en ataque. Incluso, en una jugada calcada al gol, Tomás Marchiori le sacó el segundo a Alonso.
El complemento arrancó con Michael Santos en cancha en lugar de Pizzini, pero el equipo tuvo serios problemas para abastecer tanto al uruguayo como a Romero. Recién cerca del final aparecieron las emociones, con una clara mano en el área de Mariano Bracamonte que el juez hizo el gesto de que estaba junto al cuerpo (no) y el VAR decidió ignorar.
Ya con el pleito recalentado por esa acción, el Fortín arremetió con más corazón que fútbol y al Malevo le tocó resistir. A los 46, Bracamonte vio finalmente su segunda amarilla pero la única chance clara local fue un tiro de afuera de Agustín Bouzat que se fue cerca.
Riestra se llevó así un premio excesivo pero trabajado que lo adentra en la zona de clasificación del Grupo B. Para los Mellizos, desteñido inicio, justo antes del debut en la Copa Libertadores del miércoles ante Peñarol y dejando la sensación de que les queda mucho camino por desandar. De su velocidad para tomar nota y reinventarse dependerá su éxito.