Rosario Central sacó de la galera una resonante goleada por 3-0 ante Vélez para cortarle al líder de la Liga Profesional un invicto de 12 partidos en el Estadio Gigante de Arroyito, por la fecha 16. El Fortín venía acusando cansancio al haber tenido compromiso de Copa Argentina en medio de su seguidilla más exigente en el torneo y en este encuentro rotó en algunos puestos, aunque se encontró además con algunos detalles que lo desestabilizaron en el desarrollo y ahora habrá que ver cómo asimila en cuatro días -el sábado recibe a Racing antes del parate- una derrota tan categórica.
El conjunto de Gustavo Quinteros intentó ser protagonista en el inicio y se vislumbró más peligroso, aunque flaqueaba en los metros finales. Pero esta vez un detalle de los que suele aprovechar en sus rivales le jugó en contra al líder, que intentó salir jugando del fondo pero se desentendió entre Tomás Marchiori y Damián Fernández: aceleró Ignacio Malcorra a espaldas del zaguero para dirigirse a enfrentar al arquero. Fernández, que justo volvía al once reemplazando a Emanuel Mammana tras una larga ausencia por lesión, lo agarró desde atrás cometiendo penal y se ganó una discutida expulsión de parte de Darío Herrera.
A los 27 minutos, Malcorra disparaba a la izquierda de Marchiori y empezaba otro partido, con un equipo de Matías Lequi más peligroso que tuvo el segundo con Enzo Copetti topándose con el arquero partiendo en un fino offside.
Mucho más abierto arrancó el complemento, con la visita mostrando pinceladas de su mejor versión y dando la impresión de empujar a pura actitud un empate inminente. Para la media hora de juego, cuando el Profesor ya había tocado nuevamente el equipo introduciendo a algunos de los que había cuidado, de un córner aislado llegó el segundo canalla, con Agustín Sández cabeceando con precisión al segundo palo un córner desde la izquierda de Malcorra.
Pese a lo que se podía pensar, los de Liniers no se entregaron y siguieron buscando, y de ese enorme esfuerzo volvió a surgir una estocada de un implacable Central aprovechando el agotamiento rival: Kevin Ortiz recibió un pase atrás del ingresado Gaspar Duarte y, con un remate a la izquierda de Marchiori, anotó el tercero a los 39.
La fiesta en el Gigante se había desatado con creces en lo que podría ser un punto de partida para que el conjunto auriazul se reencuentre con la regularidad; Vélez deberá rearmarse contra reloj para no dilapidar la buena ventaja en puntos que le permitió darse el lujo de tropezar esta noche sin rifar la cima.