San Lorenzo le ganó a Atlético Tucumán, en condición de visitante, y sumó tres puntos que lo dejan a tiro de la cima. El Ciclón se impuso por 3 a 1 en la continuidad de la fecha 10 de la Liga Profesional de Fútbol. Fue una noche de alto voltaje, sobre todo por lo que pasó con el público y el árbitro del encuentro, Fernando Espinoza.
El equipo de Rubén Darío Insúa ganó con goles de Iván Leguizamón (en dos oportunidades) y Nahuel Barrios. El gol del descuento lo anotó Nicolás Romero. De esta manera y con este resultado, San Lorenzo alcanzó los 20 puntos y quedó a tan solo uno de River, el líder del torneo, que todavía no jugó en esta fecha.
Fue un partido de mucha tensión. Atlético, de hecho, sufrió dos futbolistas expulsados (Ignacio Maestro Puch y Guillermo Acosta), ambos en la misma jugada, a los 44 minutos del primer tiempo. En el arranque del encuentro, su DT, Lucas Pusineri, también vio la roja.
En el Ciclón fue expulsado Gastón Hernández, a los siete del segundo tiempo.
Espinoza echó a dos de Atlético Tucumán y se desató la locura: le pegaron a un médico y revolearon un celular.
Atlético Tucumán-San Lorenzo tuvo un primer tiempo al borde de la locura y el árbitro Fernando Espinoza no ayudó para que el clima fuera el adecuado.
El colegiado echó al técnico del Decano, Lucas Pusineri, al minuto de juego. Aparentemente porque el entrenador pidió un penal y a Espinoza no le agradó para nada el tono.
Minutos después el encuentro tomó otro color: a través del VAR, Espinoza echó de manera correcta a Ignacio Maestro Puch por un fuerte planchazo. Y en la misma jugada expulsó a Guillermo Acosta por un supuesto “pechazo”.
Al instante la TV enfocó a uno de los médicos de San Lorenzo, quien se tomaba la cabeza y acusaba haber recibido un impacto de un proyectil en su cabeza.
Cerca del final del primer tiempo un objeto voló desde la platea con la intención de pegarle de lleno a Espinoza. No lo logró, pero la televisación captó el instante. Se trataba de un teléfono celular. Increíble pero real.
Infantería tuvo que intervenir cuando los árbitros se dirigían a los vestuarios y Espinoza incluso tuvo un fuerte cruce con uno de los policías. Sin dudas, una noche de muchos nervios.