Turquía le ganó 2-1 a Austria con mucho sufrimiento en el RB Arena y enfrentará a Países Bajos en los cuartos de final de la Eurocopa 2024. Los goles de la victoria fueron marcados por Merih Demiral, a los 57 segundos (el segundo más rápido en la historia del certamen, después de los 23″ de Nedim Bajrami) y a los 51 minutos, mientras que Michael Gregoritsch descontó a los 66′ para ponerle suspenso a una llave que sostuvo Fehmi Mert Günok con una gran atajada en la última jugada del partido.
Demiral aprovechó un balón suelto a la salida de un córner lanzado por Arda Güler para abrir el marcador. Instantes después, Austria pudo empatar con una ocasión de Christoph Baumgartner, quien no acertó a rematar otro saque de esquina que se paseó por el arco defendido por Mert Günok. Durante el resto del acto inicial, Turquía defendió bien el resultado.
La mano de Ralf Rangnick en el entretiempo reactivó a su equipo, que salió revolucionado a por el empate y lo acarició con un mano a mano de Marko Arnautovic que desactivó Günok con el cuerpo.
El gigantón de Inter desperdició la oportunidad de meter al combinado centroeuropeo y lo pagó carísimo, porque Turquía no necesitaba casi nada para marcar con los golpeos exquisitos de Güler y con la cabeza de Demiral. La pareja volvió a conectar a falta de media hora en otro córner lanzado por el jugador de Real Madrid que conectó su compañero entre las torres de la defensa austriaca.
Casi todo el estadio, con mayoría turca y además mucho más ruidosa, pensó que aquel era el final para Austria. Pero nada más lejos de la realidad, porque cinco minutos después, y otra vez a través de un córner, reaccionó por medio de Gregoritsch.
Marcel Sabitzer lanzó la pelota, Stefan Posch prolongó en el primer palo y Gregoritsch, de cabeza, remató la faena para volver a la casilla de salida: Turquía atrás, encerrada y Austria preparada para el asedio final, que no funcionó porque Günok hizo el paradón de la Eurocopa en el tiempo añadido. Su mano, a un cabezazo de Baumgartner, fue la mano de todo un estadio que saltó al terreno de juego para abrazar a su arquero con el pitido final.