El partido entre Bournemouth y Luton Town, por la fecha 17 de la Premier League, fue suspendido a los 15 minutos del segundo tiempo luego de que Tom Lockyer sufriera un paro cardíaco sobre el campo de juego.
Lockyer, capitán del equipo visitante y recién operado del corazón, respondió a la asistencia médica entre la preocupación de los aficionados y futbolistas de ambos conjuntos durante más de un cuarto de hora antes de ser retirado en camilla y trasladado a un hospital.
“Nuestro personal médico ha confirmado que el capitán sufrió un paro cardíaco en el campo, pero ya estaba respondiendo cuando lo sacaron en camilla. Recibió tratamiento adicional dentro del estadio, por lo que una vez más agradecemos a los equipos médicos de ambas partes”, anunció Luton Town.
Al borde de la hora de juego, de repente, cerca del medio campo, el defensor de 29 años se desplomó solo, sin ningún golpe previo, sin ningún jugador a su lado, cuando el juego transcurría por otro sector del terreno del Estadio Vitality.
Rápidamente acudieron los jugadores, entre signos de alerta, sin reacción de Lockyer, incluso saltó al campo su entrenador, Rob Edwards, a toda velocidad.
Los médicos acudieron de inmediato para atender al futbolista, desvanecido boca abajo, aparentemente ya inconsciente, entre los gestos de inquietud de todos sus compañeros, los rivales y los aficionados, entre el silencio en la grada del estadio.
Entre tanto, después de más de cuarto de hora, Lockyer fue retirado del terreno de juego entre los aplausos del público para ser conducido directamente al hospital para ser sometido a las pertinentes pruebas, una vez estabilizada su situación de salud.
Según informó la BBC, Lockyer sufre “fibrilación auricular, una afección que se describe como causante de un ritmo cardíaco irregular y a menudo anormalmente rápido”.
Bournemouth-Luton Town, que contó con el argentino Marcos Senesi como titular, de detuvo con el marcador 1-1 con goles de Elijah Adebayo y Dominic Solanke.
El británico había sufrido un episodio similar en la final por el ascenso con Conventry en mayo pasado, por el que fue sometido “a una cirugía de corazón” y regresó a la competición en junio, según explicó la Premier League en una nota.
En aquella ocasión, a Lockyer le pusieron una máscara de oxígeno y lo llevaron a un hospital del norte de Londres, donde le hicieron chequeos complementarios de salud y, un rato más tarde, el club transmitió tranquilidad a la liga.
La noticia fue tan buena que al protagonista se lo vio en la cama de la clínica festejando junto con su familia con las medias y el short de su equipo, a la vez que sus compañeros les dedicaban la hazaña desde Wembley.