Los estudios también indicaron que la joven presenta un “trastorno de esetrés post traumático”, no se observa ningún tipo de “ideación delirante” ni “indicadores de fabulación y mendacidad”. Recomendaron que sea sometida a un tratamiento psicológico y psiquiátrico.
La pericia psicológica a la joven que denunció al futbolista Sebastián Villa por violación y tentativa de homicidio en un episodio ocurrido en junio del año pasado en su casa de un country del partido bonaerense de Canning, indicó que la víctima presenta “indicadores de abuso sexual” y un “trastorno de estrés post traumático”, informaron este lunes fuentes judiciales.
Según las conclusiones a las que arribaron los peritos psicólogos -y a las que accedió Télam-, la joven de 21 años que denunció al delantero de Boca Juniors “presenta indicadores de abuso sexual”.
Los peritos señalan que la víctima “durante el relato de los hechos se angustia” y que “presenta un trastorno de estrés post traumático con expresión retardada, trastornos del sueño y del apetito, miedo y aislamiento social”.
En otros de los puntos, el informe revele que “del relato de la víctima no se advierten indicadores de fabulación o mendacidad” y que “no presenta ideación delirante”.
Además, los profesionales informan a la fiscalía que la denunciante “no padece ninguna enfermedad o trastorno mental que implique alguna perturbación en el grado de conciencia o afectación de la autocrítica y heterocrítica” y que por ende, “no resulta peligrosa para sí o para terceros”.
En la última conclusión, los peritos indican que “se recomienda realizar tratamiento psicológico y psiquiátrico, evaluación por asistencia a la víctima y psicodiagnóstico”.
Por su parte, durante los festejos por la obtención del campeonato local de fútbol, Villa realizó ayer una transmisión en vivo desde su cuenta de Instagram en la que aseguró que su entorno sabe la clase de persona que él es. “Dios sabe quién soy, mi familia sabe quién soy, el grupo sabe quién soy y el Club sabe quién soy”, afirmó el futbolista.
El pasado viernes, la fiscal Verónica Pérez y su adjunta Vanesa González, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucciones (UFI) 3 Especializada en Violencia Familiar y de Género, Abusos Sexuales y Delitos Conexos a la Trata de Personas de Lomas de Zamora, notificaron a Villa de sus derechos como imputado del delito de “abuso sexual agravado con acceso carnal”, pero no le incluyó la “tentativa de homicidio”.
La denuncia contra Villa fue presentada el 13 de este mes y el juez de Garantías 2 de Lomas de Zamora, Javier Maffucci Moore, dictó una medida cautelar que incluye una restricción perimetral e impedimento de contacto de Villa hacia la víctima, pero rechazó un pedido de prohibición de salida del país para el futbolista, ya que la misma se adoptó en la causa anterior por violencia de género sobre su expareja el año pasado y aún está vigente, dijeron las fuentes.
Hace una semana, la denunciante ratificó su acusación y presentó más pruebas ante la Justicia, que llamó a declarar a cuatro testigos y ordenó una serie de medidas, entre ellas, notificar a Boca Juniors de la denuncia realizada por la víctima para que se active un protocolo sobre violencia de género en el club.
Boca Juniors confirmó el viernes pasado el envío de la documentación solicitada por la justicia, tal como lo informó la titular del Departamento de Inclusión e Igualdad y vicepresidenta tercera del club, Adriana Bravo, en un comunicado que lleva su firma.
También la fiscal libró un oficio a la Policía para que informe sobre los llamados al 911 realizados la noche del 26 de junio de 2021, y le envió un oficio al country donde se produjo el hecho.
A su vez, le requirió al Ministerio de Seguridad bonaerense que informe el resultado del GPS en el que quedó registrado el trayecto realizado por un patrullero que, aparentemente, llegó al country tras un llamado al 911 de un vecino, y la historia clínica de la víctima al porteño Hospital Penna, donde la joven fue atendida el día siguiente.
Esta es la segunda denuncia contra el futbolista colombiano y goleador de Boca, ya que en abril de 2020 su expareja, Daniela Cortés, también colombiana, lo había acusado de lesiones y amenazas, en un caso que ya fue elevado a juicio y que podría resolverse en un proceso abreviado.
De hecho, la fiscalía le propuso una pena de dos años de prisión en suspenso y ahora la defensa deberá decidir si llegan a un acuerdo para evitar el juicio oral.