Marcelo Gallardo se va de River. Lo anunció este jueves en una inesperada conferencia de prensa en el Estadio Monumental, luego del triunfo 2-1 sobre Platense. Frente a los micrófonos y ante la mirada del fútbol argentino, el Muñeco le puso fin a su exitoso ciclo en el club después de más de ocho años.
Luego de la reunión de ayer que tuvo con el presidente Jorge Brito, Enzo Francescoli y Matías Patanian en la concentración, este mediodía el histórico DT volvió a dialogar con los periodistas -la última vez había sido tras la eliminación con Patronato por la Copa Argentina- y comunicó que dirigirá estos últimos partidos de la temporada y no seguirá en el banco millonario: “Anoche les comuniqué a los dirigentes que es mi final de contrato, termina en diciembre y ya no seguiré en el club”.
Con los ojos vidriosos y la voz quebrada, el Muñeco se encargó de dar las gracias a cada uno de los que lo acompañaron en este proceso de más de ocho años: “Más allá de la tristeza, tengo una paz interna muy sentida que me hace estar bien conmigo mismo. El camino recorrido en todos estos años me hacen sentir mucho orgullo. Esa es la palabra que quiero destacar. Hemos vivido muchísimas cosas a lo largo de todos estos años”.
Y principalmente a los hinchas de River: “Les agradezco de todo corazón por semejante muestra de afecto que han tenido conmigo y para con todo mi grupo de trabajo. Voy a terminar mi vínculo contractual como corresponde, como debe ser, y es muy posible que el domingo tenga mi último partido en el Monumental. Les digo gracias por todo el afecto que me brindaron. Ha sido una historia hermosísima”.
Exitoso ciclo
El Muñeco no extenderá su exitoso ciclo que empezó a mediados 2014. Desde aquel entonces a esta parte, cosechó 14 títulos tras dirigir 422 partidos, con 226 victorias, 111 empates y 85 derrotas (65% de efectividad). Si bien ya era referente como jugador, por su magnífico trabajo desde el banco de suplentes se subió al pedestal de los ídolos a la par de Ángel Labruna y se posicionó entre los mejores del mundo. Por eso, River sufrirá mucho su partida.