Lionel Messi y la Selección se reencontraron con el público argentino, que no podía ir a la cancha desde hacía un año y medio. Juntos celebraron la Copa América y en medio hubo un partido que, como si fuera poco, regaló una actuación fenomenal del 10: tres goles a Bolivia por la Eliminatoria Sudamericana y récord de futbolista con más goles convertidos en selecciones de este continente.
Después de su triplete y antes de levantar la Copa América, el crack argentino enfrentó los micrófonos y se lo vio como pocas veces, como tal vez incluso no se lo vio ante los medios en la gloriosa noche del Maracaná.
“Lo viví con mucha ansiedad y ganas de poder disfrutarlo. Esperé mucho tiempo esto. Ganamos el partido, que era lo importante, y ahora a disfrutar. Lo busqué hace mucho esto, lo soñé y gracias a Dios se me dio”.
Pensando en lo que ocurrió en Brasil, donde logró levantar el título que tanto se le negaba y le devolvió la Copa América a Argentina después de 28 años, pero también en esta primera vez como campeón, en Argentina y con los afectos cerca, Messi aseguró, totalmente entre lágrimas: ”Es un momento único por cómo y dónde se dio, por el lugar; no había mejor manera de que fuese y estar festejando con mi papá, mis hermanos en la tribuna; ellos sufrieron mucho y estoy muy feliz”.