En un suceso increíble y ante la inconformidad con el arbitraje, la Selección de Paraguay de talla baja se retiró del campo de juego mientras disputaba la final del Mundial ante Argentina, que finalmente se consagró campeón.
El juego iba 3-1, pero una serie de decisiones arbitrales sumado a un hecho de violencia en las tribunas llevaron a que los paraguayos optaran por retirarse. Los jugadores no estuvieron de acuerdo con las determinaciones y se sintieron perjudicados.
A falta de menos de cinco minutos para el final del primer tiempo, el elenco paraguayo había superado el límite de infracciones y una mano derivó en un tiro castigo para los argentinos, que canjearon por gol la situación para convertir el 3-1.
Después de este tanto de desató la locura. El juego se reanudó por unos instantes, pero un escupitajo por parte de un hincha hacia un jugador paraguayo fue el detonante. El elenco de Paraguay tomó la decisión de retirarse del campo de juego y esto fue apoyado por delegaciones de otros equipos, como Brasil y Colombia.
Todo se detuvo, no se volvió a jugar más y, si bien los paraguayos volvieron a la cancha, lo hicieron para saludar a la gente que los acompañó.
“Es muy obvio el robo que nos hacen. Tenemos videos en el que cambian la numeración de las faltas. Nosotros ganamos con huevo y garra, no robando”, dijo el arquero de Paraguay.
“No sabemos por qué se retiró el rival. Pudimos revertir el resultado y creo que es por un tema de arbitraje. No entiendo bien por qué. Con Paraugya siempre se dan partidos picantes porque los dos siempre llegamos a instancias finales”, comentó Catriel Brassesco, jugador argentino, a DeporTv.
Luego de esperar la determinación, se tomó la decisión de que el título quedara en manos de Argentina ante el abandono de Paraguay.